miércoles, 18 de noviembre de 2020

HAY QUE MOVERSE.

En el momento (¡este; este momento!) en el que la desgracia nos implica a todos, es cuando debemos estar más unidos y mostrarnos más solidarios con quienes más lo necesiten, sin reparar en distancias, ni falsas fronteras.

Es ahora, enfrentados con el Covid-19 que, junto a este gobierno son la mayor calamidad; la más grande; y dañina de cuantas calamidades recuerda la Historia que haya sufrido este país a través de su más de cinco siglos -por no ir más lejos- es cuando debemos esforzarnos en borrar las diferencias que solo existen en cabezas poco amuebladas, y que han sido creadas por los políticos para reducir la posibilidad de que, unidos en la defensa de nuestros legítimos intereses, pudiéramos orquestar una sonora protesta, seria y contundente que les pudiera bajar del pedestal en el que sin permiso están subidos: nuestros doloridos lomos.

Lo que nos atañe a los españoles -los demás países que hagan lo que crean que deben hacer- son, como ya he dicho, los dos grandes problemas: Covid-19 y gobierno socio-comunista con insanas zurrapas, que son las fuentes por donde brotan todas nuestras actuales dificultades: la mayor de las desgracias con el peor gobierno. Cosa más dañina que habernos rociado con una mezcla hecha con ácido Nítrico y Clorhídrico.

"¿Está padre en casa?" -pregunta el hijo que de lejos regresa- Si, hijo; pero como siempre, esta borracho en cama. Pues como si no estuviera, madre.

Esa es la sensación que a muchos españoles nos provoca el actual gobierno, con las lagunas presenciales del presidente. Esa sensación, y el parecido que a veces muestran algunos de sus miembros y miembras, con el presidente al frente, con los mendigos ciegos de la obra teatral de Buero Vallejo, estrenada en la España franquista (habiendo sido rojo) en noviembre de 1962,

"El Concierto de San Ovidio, intentando dar un "concierto" en una Abadía, sin tener la menor idea de lo eran y que podrían hacer, con aquellos extraños utensilios (instrumentos musicales). 

Estos mendigos intelectuales si se atreven a mal utilizar instrumentos tan importantes como son el Parlamento; las leyes; los decretos, poniendo en gran riesgo la libertad y demás derechos de los españoles.

Me dice mi amigo don Crispín, gran aficionado al fútbol, que ocurre con mucha frecuencia que, equipos de fútbol de primera categoría y buenos jugadores, cuando el entrenador que tienen no se sabe por dónde se anda, y los resultados son negativos, los jugadores más respetados en el vestuario se confabulan con el resto y deciden por auto gestionarse cuando salen al césped. En muchos caso los resultados positivos suelen, me señala don Crispín, acompañar a los revolucionarios.  

Para nadie es un secreto que este gobierno ni en lo que se refiere a la pandemia provocada por el Covid, con el ministro Illa y con Simón están dando martillazos sobre el callo, en vez de golpear la herradura, ni con los demás temas gubernamentales que resolver, empezando por el paro y por la economía, parece dar pie a que, como en esos equipos de fútbol, los españoles nos confabulemos alrededor de gente debidamente preparada y, liberándonos de tanto inútil, terminemos por hacernos "autogestión adiós políticos", para poder volver a ser..  ¿Más o menos felices? ¡Eso, eso!.

Pero para eso hay que moverse.

Eloy R. Mirayo.





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