martes, 20 de octubre de 2020

SUBIR EL SUELDO A LOS POBRES.

Tanto VOX como PP hoy, han vuelto a las "fachosas" andadas, votando en el Congreso de los Diputados, emparejados en la hazaña, contra de una propuesta de subir el sueldo a los pobres. ¡Y a quien le puede extrañar! Son la extrema Derecha y la Simple Derecha. Tanto Santiago Abascal como Pablo Casado, a lo que están dispuestos a la lucha, lo que les motiva políticamente hablando; lo que les pone más "calientes" que el pico de una plancha, es lograr de una puñetera vez que los españoles y españolas -también los españolitos que han logrado esquivar el aborto- volvamos a las alpargatas de tela y cáñamo como calzado de invierno y de verano.

Las zapatillas que usaban los pobres que milagrosamente podían pagárselas durante la Monarquía del bisabuelo de don Felipe VI, y también durante la segunda Republica. 

A la gente joven de este país que por edad lo desconoce, hay que documentarles diciéndole que esas alpargatas fueron las que el dictador Francisco Franco, haciendo un abusivo uso del poder adquirido, cambio de manera dictatorial -quieras que no quieras- por el Seat 600.

De nada ha servido que, dando otra prueba de sus variados talantes benefactores todos ellos a favor de los pobres, votasen a favor de esa subida tan necesaria -yo diría que imprescindible y muy merecida- lo hicieran hermanados -como Rómulo y Remo, los dos chupando de la teta- el Partido Socialista "Obrero" Español y los comunistas del Podemos del "protegido hacendado" de Galapagar.

Y precisamente en estos tristes momentos en el que la pandemia del Covid-19 -¡no Pedro Sánchez y su laureado científico!- además de sembrar la muerte -más de 42.000- sobre España, también la está llevando a la ruina más pavorosa.

Con tanta desgracia ¡cómo se puede estar en contra de un subida de sueldos tan necesaria! Está claro que ni Santi ni Pablito tienen dificultades para acabar el mes con comida en la nevera.

En esta España gobernada con magnanimidad por un gobierno social comunista hasta los tuétanos, lo que es una garantía para los pobres, entre los que sus miembros y miembras más lúcidos, distinguidos y laureados se encuentran, los sueldos más normales, apenas si llegan a los mil euros -quienes los cobran vien saben lo que les cuesta en sacrificio y horas echadas- se dedican triunfantes a dar saltos de alegría. 

Pero no todo es esa gloria de los mil euros, bandera del Estado del Bien Estar, logros de esta Democracia. Hay pobres; no esos pobres desahuciados por la Sociedad que todos tenemos en la imaginación o los vemos todos los días por las calles y algunos hasta los tenemos entre nuestros familiares, sino unos pobres de dolorosa pobreza que, a los ojos de la gente común les resulta invisible; imperceptible para la generalidad de los españoles. Esos pobres, para los que, de haber sido unánime la votación otros gallos les cantarían, seguirán, sabe Dios hasta cuando, por la culpa, culposa de VOX y PP Simple, quedarán sin escuchar el cacareo de deseada subida.

¿Qué les habría costado a VOX y al Simple PP, reunidos con el PSOE y Podemos alrededor de esa mesa en el Congreso, haber confraternizado en el voto? Nada; todo lo contrario, ya que de lo que se trataba en esa votación, era la subida de sueldos de los pobres diputados-diputadas y los también pobres senadores-senadoras ¡que si! Aunque haya quien no se lo crea los entre... 5 y 8.000 euros al mes que se calzan los pollos y las pollas, a los senadores-senadoras de izquierdas y a los diputados-diputadas de la misma vacada -a pesar de ser diferentes ganaderías-, esos pocos euros 5 o 8 mil, son menos y más trabajados que los ochocientos o mil que se saca, pedaleando diez horas un repartidor de Amapón... ¿Se llama así?.

Es una auténtica vergüenza que gentuza que no ha trabajado en su vida; que no ha contribuido jamás; licenciados/as en tocarse los genitales a todas horas, por el simple motivo de ser amiguete en algaradas; follamigo o follamiga, reciban en un mes lo que muchas personas habiendo trabajado media vida reciben en al año (a 650 al mes) y les parece poco.

¡Eloy! ¿Te has enterado? No veas cuánto cabrón y cabrona andan sueltos, tú.

Eloy R. Mirayo.



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