miércoles, 29 de julio de 2020

NO CABÍA MÁS EXPECTACIÓN.

Es prácticamente imposible criticar a quien hace su trabajo bien al ciento por ciento. No se le puede, ni se le debe pedir más, por la sencilla razón de que no se conoce que haya algo mejor de lo que se ha realizado a la perfección. ¡Joder; si es que no hay nada más!

Al primer escalón de la escalera que lleva en volandas -de cuatro en cuatro los escalones- al presidente Sánchez hacia la más gloriosa Gloria Terrenal, he subido a hurtadillas, sin que se notara mi presencia -1,75 metros y 80 kilos- esta mañana, para poder escuchar las bizarras andanzas del doncel de la Monarquía Demoparlamentaria de España, con jugoso resultado (140.000 millones de euros que se ha traído en la buchanga), allá por las frías europas, en boca del mismísimo héroe protagonista de la hazaña, que, con inusitada humildad y modestia estaba contándoles a los representantes del "pueblo soberano"; desde la gloriosa tribuna del Hemiciclo del Congreso, las victorias de su inteligencia, y el sufrimiento de su gentil arquitectura corporal, señalando que, aunque fue expuestísima su integridad -aunque la ha conservado en beneficio de la ciencia; a la espera del día fatal- merecía hacerse la "entrega" en servicio a este viejo país y a sus necesitadas gentes.

No cabía más expectación. Esta mañana el hemiciclo quedó pequeño para acoger a tanto personal ilusionado por escuchar en directo al "Guerrero Victorioso" y por poder aplaudir con todo ardor, en cada mutis, durante la narración de su hazaña. Pero no sólo se cubrió el aforo natural, que también se rebasó el aforo de los palcos a los que suelen ir los invitados y algunos mirones que no saben de mejor sitio donde aburrirse.

Los bares, las joyerías, las verdulerías, las churrerías, cafeterías, boutiques; todas las etcéteras que se quieran añadir; y hasta las casas de putas, tienen limitado sus aforos pero ¡como se iba a mantener la restrictiva ordenanza ante semejante jalón, que tiene todos los números para ser incluido en el cuadro de honor de nuestra rica Historia! ¿Estamos locos? 

"30.000 Euros por no respetar el aforo"

También tendrán que andarse con ojos los dueños de establecimientos comerciales incumpliendo el aforo máximo establecido o no asegurar la distancia de seguridad entre clientes puede acarrear sanciones de entre 601 y 30.000 euros, en función del riesgo, de las personas implicadas y de la persistencia".

Pero eso es una simple "asnedota" que se les ha ocurrido a los de la amplia "zona roja" de los asientos, para que no pudiera ser que pasara desapercibida la "Gran Faena de su diestro".

Lo verdaderamente importante, eso no es discutible, es la gran tranquilidad que las palabras del Presidente Sánchez "Augusto", han traído a los millones de parados, a los que se les han unido otro millón largo en el último trimestre, y a los que están a punto de perder su "suspendido puesto de trabajo"; a los autónomos; a los pequeños comerciantes; a las pequeñas industrias que no ven claro su futuro; a los que están pasando hambre; sin un puto perro chico en la cartera, a la espera de cobrar el dinero de los ERTES que, después de casi cuatro meses, aún no han cobrado; a esas personas que tienen sus hipotecas por pagar, pendientes de la decisión que el banco sea capaz de tomar; de los ganaderos; de los agricultores y... Cuidado mi querido camarada Rafael, estos "benefactores" van como "mihuras" a por vuestros maltratados sueldos de funcionarios. 

Eloy R. Mirayo.



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