Hay actuaciones de gentes que últimamente andan por las elevaciones políticas de esta nación, que a las personas sencillas, decentes y respetuosas, nos parece que se aproximan mucho a lo que todos conocemos como hijoputadas, cabronadas o mariconadas, por mucho que sus reincidentes actores se empeñen en mostrarlo como algo normal dentro de las normas establecidas y de las leyes vigentes. Para llevar a término cualquiera de esas acciones no es necesario que por medio tenga que haber una madre que ejerza de puta, una mujer que le regale a su marido, a medias con el carnicero, un par de cuernos, o un extraviado del desfile del "orgullo gay".
Y, ante esa clase actuaciones está claro que estamos.
"El trato" a escondidas ha desembocado en la concesión del tercer grado penitenciario a los golpistas catalanes que nos quisieron robar Cataluña a los españoles, y a la mayoría de los catalanes, robarles el resto de España.
Lo cierto es que la decisión tiene claro tufo a indulto; indulto que a escondidas, a lo "trilero", como suele hacer este gobierno, es probable que comenzara a fraguarse en las fechas próximas al día 2 de enero de este año, mientras el señor Sánchez, y algunos de sus palmeros, negaban toda posibilidad de indulto.
2 de enero 2020: acuerdo alcanzado entre Sánchez y Ezquerra Republicana, para que se abstengan los 13 diputados de ERC para que Sánchez pudiera lograr la investidura. No se hablaba de la compensación que recibiría ERC.
7 de enero 2020: Pedro Sánchez investido presidente gracias a ERC. Tampoco en esta ocasión se supo de que hubiera compensación.
El delito contra la unidad nacional cometido por los golpistas, podría ser reconocido por cualquier persona normal, por alguna de las tres maneras que yo apuntaba al principio, o quizás de las tres al tiempo, colocadas a capricho del consumidor, viendo el "resultado" jurídico final ¡por el momento!. Y, recordando la negociación "sin compensación" pro abstención de ERC, podrían ser aplicables a ambos lados de la mesa negociadora.
Decían por la radio, esta mañana, que el trato que se les ha concedido a esos delincuentes, es un privilegio que otras personas encarceladas por delitos menos graves, no tienen, y es más, hay quien, como don Rodrigo Rato, cuatro años de condena, que ni siquiera ha gozado desde su ingreso de un solo de permiso. Visto desde la perspectiva que utilizan el inquilino de la Moncloa y su muchachada -mujeres, hombres y ni fu ni fa- el que don Rodrigo Rato se trague enteros los cuatro años es coherente, porque don Rodrigo jamás movería un dedo para que el señor Sánchez fuera presidente y, si el señor Sánchez no fuera lo que con tan pocos méritos ha llegado a ser, ellos, ellas y ni fu, ni fa, tampoco estarían en los lugares en los que con tan pocos méritos han sido colocados.
Eloy R. Mirayo.
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