martes, 9 de junio de 2020

HASTA LA CONSIDERACIÓN Y EL RESPETO SE HAN PERDIDO.

Hasta la consideración y el respeto se han perdido en la política nacional. Estamos, como acaba de explicar a través de las más modernas formas de interlocutar el señor Hernando, senador por el PP,  ¡nada menos! que en el Senado Español: "A ver, coletas", dirigiéndose en un tuit al Vicepresidente Pablo Iglesias.

Eso no es la normalidad en ningún país con un gobierno serio, como es el actual gobierno Sánchez, por poner un solo ejemplo, el más parecido: el de Venezuela.

Los españoles de bien estamos avergonzados porque nuestros políticos de derechas, por quienes somos representados en las instancias políticas nacionales y hasta en las del extranjero cercano, el lejano y también, en el que se encuentra entre ambos (¿que se dirá por ahí, extranjero adelante, de nosotros y nosotras?), se dedican a golpear, verbalmente, utilizando impropios insultos e impíos furores como, "¿qué es lo que han hecho ustedes en favor de las niñas bajo su custodia que han sido violadas y obligadas a prostituirse en Baleares?", a los políticos de las mansas dos izquierdas en el poder, en la mejilla y cuando con la mesura y la humildad que les caracteriza a los señores rojos, de manera especial, hay que decirlo muy alto, personajes tan principales como el mismísimo Vicepresidente Iglesias, Vizconde de Galapagar, domador de oraciones agrias o agresivas, convirtiéndolas en dulces y balsámicas, ofrecen la otra mejilla; la que vuelven al grosero y malintencionado uso del golpeo. Insisto; verbalmente.

El señor Hernando, que ya es veterano en las lides de esta política, debería estar obligado a respetar como se merece el señor Vicepresidente, encabezando su tuit de la siguiente manera que, pienso yo, es la más adecuada: "A ver, excelentísimo señor coletas". Cuando él trata de comentar un comentario escrupulosamente respetuoso y bien intencionado del vizconde galapagueño sobre la actuación de la señora Presidenta de la Autonomía Madrileña, doña Isabel Díaz Ayuso, durante la inesperada, para el Gomierdo de este país hasta las primeras horas del el día 9 de marzo, pandemia del Covid-19 -en vulgar: el cabrón viruscoronado de los cojones- de cara a los ancianos que desgraciadamente han fallecido en las residencias, en su jurisdicción: "criminal", "insensata" e "imprudente". Comentario que debería ser guardado como uno de los tratados de buena educación y erudición atesorada por un ser humano, desde que el Mundo es Mundo, junto a otro, que formaría la pareja perfecta, lanzado sobre la bellísima cara (esto si es una verdad como un templo) de la diputada de VOX, doña María Ruiz Solás, desde la tribuna del Congreso de los Diputados: "miserable", "parásito" "fascista"; avisando amablemente a la señora parlamentaria de VOX, de tener "poca vergüenza".

Pues aún la dirección de VOX se queja, injustificadamente, de que el Vizconde serrano, al que guarda para nuestra satisfacción y su descanso la Guardia Civil en su palacete, les aclarara, en sesión de la Comisión de Reconstrucción, cariñosa -como es él- y gentilmente, del deseo oculto -se lo dijo a Espinosa de los Monteros- que Santiago Abascal y su plana mayor tenían como proyecto de su participación política, de "querer dar un golpe de Estado, pero de no atreverse".

Nadie; o al menos hay muy pocas personas que sean capaces de reconocer los valores humanos que adornan su docta cabeza (es rechista mayor del Reino; no se sabe por cuánto tiempo) que le ha elevado a la categoría de reputado (con perdón) profesor interino, sin necesidad de hacer oposición (¡si tendrá mérito!) que, hay quien dice, fue colocado a instancias de un catedrático dedo índice, de una izquierda mano -yo, señora fiscal, no opino-, después de servir, en vivo y en directo, para un placentero rascado ano-almorranil; motivo por lo que él, en su cara, siempre luce la mejor y más simpática de sus sonrisas, dentro de su indestructible e irrenunciable chaqueta azul.

Eloy, mira; estos señores han venido para acompañarte al Siquiatriclub, para que juegues un rato con tus amiguito al "gua. 

¡Biennnnnnnnnn! 

Eloy R. Mirayo.


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