miércoles, 24 de junio de 2020

GOMIERDO PAJILLERO.

Este Gomierdo sigue mostrándose pajillero; pareciera que eso es su irrenunciable vocación y la afición preferida de cada uno y una de sus miembros y miembras.

Esta mañana, en el Congreso de los Diputados, la vicepresidenta Calvo, ejerciendo pajillerismo, ha visto la paja en el ojo de la portavoz del PP, cuando de forma educada le solicitó que le aclarara, si no fue por el virus trágicamente famoso, como por los hechos gumierdamentales parece, de que habían muerto los catorce mil españoles que están "ahí" (una especie de Limbo según el experto Simón)

fuera de lista, que el Gomierdo no contabilizan como víctimas del Covid-19. Contestando con su florido uso del castellano, acusando a la solicitante de utilizar políticamente a los muertos: "su problema (quedaría mejor si hubiera dicho "su meta") es desacreditar al gobierno...".

Quizás es que la pobre ya es demasiado mayor para estas cosas y, tal vez, presuntamente, en estado "pre gagadiano", no es capaz, ni siquiera con sus gafas, de notar que aquello que le impide ver las cosas con la necesaria claridad, no son las clásicas cataratas oculares -ojos de la cara, el otro ojo se dicen almorranas-, sino unas gruesas vigas de castaño gallego que le van de ojo a ojo. Así se explica su insustancial acusación y su falta de respuesta sólida y medianamente inteligente que se le debería exigir a quien ostenta (en este caso, desgasta sin brillo) tan alto oficio, saltando sobre la soberana verdad, como salta un subalterno al callejón, después de poner un par de banderillas en el mismísimo albero, muy lejos del deseado lomo del bravo "Tauro". Verdad que ya tenemos ante nuestros ojos todos los españoles, de que quienes están jugando a su conveniencia política, sin el mínimo respeto al difunto ni a sus familiares, con los números de los muertos de esta pandemia son, en primer lugar, el presidente, todo su equipo ministerial y el pobrecillo Simón, que parece un alma en pena cuando sale en la pantalla personal del señor Sánchez, expresándose por "voz de Ganso", dando unos datos que ni siquiera es capaz de ofrecer con convicción.

A mí me cabe la duda, en la que me ha puesto, como siempre, mi amigo Senene, de si no tendrán malignamente a esta mujer en lugar tan visible, para que aquellos que están a su alrededor luzcan pareciendo seres inteligentes. La verdad es que viendo y escuchando el grupo al completo ¿quién podía presumir que la inteligencia existe?.

Es que no hay grandes diferencias entre el personal que Sánchez ha ministerizado, como Calígula hizo con su caballo, respecto a Carmen Calvo. 

Un buen día Pedro Duque ¡ministro de Ciencia e Innovación!, rompiendo su anonimato, le habló a nuestro rey y Jefe del Estado -que no se olvide- de la posibilidad de una vacuna contra el Covid-19 (me encanta ponerle su apellido) salida de los laboratorios españoles: "ayer mismo" -dijo el ministro, estuvo visitando el CNB, parte del organismo CSIC-, "es uno de los centros más avanzados en el descubrimiento de vacunas. Está trabajando en lograr un hito más en la creación de una vacuna". Esto se lo decía a don Felipe, lo que parecía hacer muy feliz al monarca.

Hoy se espera que norteamericanos, chinos, británicos, etc., sean quienes nos traigan tan deseado fármaco. Eso no quita valor a nuestros investigadores que son muy buenos; eso señala a nuestros políticos. 

Hoy; también hoy, la señora Calviño, vicepresidenta tercera, nos dice que la economía española, aprovechando la maravillosa circunstancia de que la economía está en "viaje en V", en 2021 habremos salido de esta crisis asociada al tema sanitario. Eso, gracias al millón de personas que se han incorporado a sus puestos de trabajo. Yo no sé si es gilipollez, Dios quiera que no, o si se está haciendo uso de engaño -señalar méritos- para alcanzar uno de esos cargos "europeos" que reciben un maravilloso trato económico. Lo cierto -lo cierto, que te cagas- es que, si antes de la pandemia estábamos jodidos, ahora ese millón de trabajadores no van a ser capaces, por mucho empeño que pongan, de elevar el ratito derecho de esa "V", que dice la lumbrera de este Gomierdo, ni siquiera cuando ocurra el milagro de encontrar colocación las setecientas mil personas que han perdido sus empleos.

Eloy R. Mirayo.

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