lunes, 17 de febrero de 2020

GRANDES INVERSIONES.

Juntos en un macro proyecto progresista.

Estaba ahí, y nadie durante cuarenta y dos años echó mano de ello. ¿Cuánto sufrimiento se habría evitado si en el año 1987, comienzo de esta era, alguna mente privilegiada se hubiera percatado de que ahí mismo estaba ese percal con el que hacer el vestidito a la Democracita recién nacida; eh? 

¡Díceselo tú Alberto Garzón! díceselo tú, desde tu momio ministerial, que a mí no me van a creer, lo buenamente que estaríamos los españoles si alguien hubiera reconocido que en el conjunto total del más extremista y acérrimo rojerío, con flecos y fétidas salpicaduras de filo terroristas, separatistas, apátridas de todas las autonómicas leches malas y anti sistemas locos por pillar "pasta institucional", todo ello formando un ariete (Cipote de Archidona que diría don Camilo José Cela) 

estaba sido como la llave maestra que abriría el portón por el que se llega a la benéfica senda por la que cabalgar, así como lo hiciera a lomos de su "rucio", Sancho Panza, camino de su ínsula Barataría, España lo habría hecho por la misma gloriosa senda que podría haber llevado en un pis-pas, hasta el glorioso Progreso.

Pero, como alguien a quien no he tenido el gusto de conocer dijo muy sabiamente hace muchos años: "no hay mal que cien años dure". Y hoy (es una manera de hablar, ya sé que las primeras zancadas provechosas de progresistas, muy progresados ¡y qué zancadas!, las han dado y siguen dando estas dos lúcidas prendas), a más de cuatro décadas de cuando debió ser, para salir del que muchos hablan (si serán gilipollas) oscurantismo franquista, y gracias a que por aquellos entonces no existía el aborto libre, esas emparejadas prendas, ahora sí, haciendo de ellos mismos el ejemplo a alcanzar, nos inundarán al resto del personal de este país, con el progresismo que en el futuro (en el presente es para su propio consumo) la Fábrica, que en eso se ha convertido el conjunto total del más extremista y acérrimo rojerio, a nivel mundial, con flecos y fétidas salpicaduras de filo terroristas, separatistas, apátridas de todas las autonómicas leches malas y anti sistemas locos por pillar "pasta institucional", producirá y, hasta será posible su exportación.

Cercanos están los días, gracias a Pedro y Pablo, que los dueños de viviendas humildes, jubilados y parados de este país verán rebajado el impuesto del IBI (impuesto de bienes inmuebles); también, gracias a ellos y a sus infinitos asesores, como ahora hay ayudas para el cambio de sexo, todos los problemas odontológicos pasarán a cargo de la Seguridad Social (esperemos que al menos llegue  al mismo tiempo que el espaldarazo a la eutanasia, que no deja de ser otra buena decisión de "la parejita", para ahorrar gastos al ministerio de Sanidad y así, el ministerio de Hacienda, pueda "socorrer" con mayor generosidad las necesidades del separatismo catalán, y otros hijoputescos separatismos que, más o menos soterrados, están jode que jode.

Cualquier persona medianamente preparada sabe que es conveniente realizar grandes inversiones para conseguir pingües beneficios.       

Ellos también saben que han de invertir por si vuelven a ser necesarios para hacernos "disfrutar" de unas próximas legislaturas. 

Eloy R. Mirayo.


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