martes, 4 de febrero de 2020

ASÍ PODRÍAMOS ESTAR DE POR VIDA.

Lo cierto es que aquellos cabrones del cambio fueron la mar de hábiles en crear un revoltijo con las leyes de tal tamaño que, cuando se han presentado los graves problemas, la Justicia se las ve y se las desea para encontrar por donde se puede agarrar a los creadores de los problemas, como sucede con el tema de las excarcelaciones de los asesinos etarras y con la hijoputada separatista.

Pero como estamos comprobando diariamente, esos problemas no son los únicos, aunque sí los más importantes.

Entre todo este laberinto burocrático con el que aquellos cabrones, "padres de la patria", rellenaron el pestilente hueco de este sistema político, el que tanto nos jode al pueblo llano y enriquece a los sinvergüenzas entre los que se encuentran algunos que aún viven, está el gravísimos problema que de manera selectiva daña a los trabajadores, no sólo a los trabajan por cuenta ajena, que también perjudica a quienes obligados lo hacen como autónomos, a los que luchan por mantener sus pequeños talleres, y a los pequeños comercios que lo hacen por cuenta propia. Una gran mayoría de españoles a quienes se les ha desposeído de casi todos los derechos, que sin lucha les fueron reconocidos por el Gobierno del Generalísimo. Empezando por el derecho al trabajo, que procura el derecho a comer a diario, vestir y calzarse, y el derecho a una vivienda digna.

Esta fotografía corresponde a la entrega de pisos por Franco, en el barrio de San Blas, en Madrid. Que no fueron únicos porque igual que se edificaron más barrios en Madrid, y también se edificó en otras ciudades de este país que fue necesario por el desarrollo industrial que se estaba viviendo entonces.  

Esas viviendas edificadas por la Obra Sindical, que se entregaban en propiedad, fueron pagadas en algunos casos en pequeñas cantidades durante cincuenta años. 

Los derechos, en todas sus variantes, de los españoles, es lo que el gobierno tiene obligación de conservar y proteger; para eso se les paga. Y la obligación de la Oposición es vigilar que no se despreocupe el gobierno y cumpla fielmente con esa obligación.

Así debería ser (eso estamos esperando de VOX), pero lo que se está viendo desde el mismísimo día que empezaron a discurrir las ultimas cuatro décadas hasta el día de hoy, es que la realidad esta muy alejada de lo que debería ser. Ni los gobiernos habidos ni las oposiciones, han tenido presentes los derechos de los españoles como algo digno de sus esfuerzos protectores. 

A ambas partes, Gobierno y Oposición les sigue interesando más, sus propios intereses personales (que son muy amplios porque desde sus más próximos familiares hasta sus mascotas se aprovechan de ello; 

mira que carita de gilipollas se les pone a los rojos pijos) y, si acaso, unidos a los intereses de los partidos políticos en los que militan que, como en el "día de la marmota", repetidamente, como una enloquecida e imparable rueda, les sigue volviendo a estar interesados en sus propios intereses personales y, si acaso, unidos a los intereses de los partidos políticos que militan. 

Y así, podríamos estar de por vida. Ellos haciendo la cabronada, y yo, contándolo.

Eloy R. Mirayo.


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