miércoles, 16 de octubre de 2019

ÓRDAGO A LA GRANDE CON CUATRO SIETES.

La partida de Mus -tapete verde, amarracos y cartas de Heraclio Fournier sobre la mesa- que se está celebrando en el palacete de la Moncloa, no puede tener otra  intención por parte de Sánchez 

(presidente en funciones, ahora trágicas) lejos de repartir naipes, envites y a la chica que, con la muy tramposa de ganarles un órdago a la grande con cuatro sietes, involucrando a los otros tres jugadores en las consecuencias  de sus propias desatendidas responsabilidades.

Debe ser que esté en la a certeza de que lo que está ocurriendo en Cataluña (en buena parte por su incapacidad para intervenir con su autoridad, aunque así alcanzada) pueda acarrearle la enojosa circunstancia, después del 10 N, de que cuando se acerque el momento de abrazar a la "bella presidencia", la cosa se le manifieste absolutamente flácida, y no tenga más solución que retirarse a la calle Ferraz, con "la" inservible entre las piernas, deseando que sea muy dura su segunda despedida.

Lo que sí creo que debería llamar la atención de los "buenos españoles" si es que han recuperado la memoria, es la gran diferencia de trato que los medios de información del país está dando a la actuación de los mozos de escuadra, Policía de la Generalidad de Cataluña, en el enfrentamiento con los manifestantes, auténticos hijos de puta, que están destrozando Barcelona, Gerona y otras ciudades de Cataluña y como la hijoputez es contagiosa ahí está la muestra gráfica.

De donde se está -aún no se ha llegado al final, que puede ser muy grave y con olor a pólvora- hay que tenerlo muy presente, se ha llegado con el beneplácito y empujones cariñosos en la espalda del separatismo, todos los presidentes del gobierno que nos ha obligado a soportar esta jodida Democracia. Pero quienes han estado jugando con su "país de países"; naciones dentro de la Nación, proponiendo un federalismo que de inicio tiene el modelo a seguir de la extinta Yugoeslavia.

La realidad es que esa diferencia no nos crea la menor extrañeza, si tenemos en cuenta que como dice don Francisco Marhuenda, director del diario la Razón, el periodismo en papel y audiovisual está, prácticamente todo, en manos del enriquecido rojerío.

Eso contrasta dolorosamente con el silencio cobarde de quienes asisten a este espectáculo en silencio; en silencio que se transforma en cómplice que acentúa su posición. No hacen falta armas -mientras que su presencia no se haga indispensable- para salir a la calle a exigir respeto a sus derechos ciudadanos todas las personas nacidas en Cataluña, y quienes sin ser nacidos allí, son residentes fijos, que detestan el separatismo neandertal que se ha instalado en el gobierno de Cataluña.

No hacen falta armas -mientras que su presencia no se haga imprescindible- gritar con todo el orgullo que se merece y a pleno pulmón, al oído de esa gentuza, su natural nacionalismo español, por haber nacido en Cataluña, que es parte una parte muy importante del territorio de España.

Y no les harán falta armas -mientras su presencia no se haga imprescindible- para que el día 10 de noviembre salgan a la calle y de su voto a favor de VOX (a favor de España), el vehículo que empuje a separatismo catalán, a la fosa fecal, 

de donde nunca debieron dejarle salir.

Eloy R. Mirayo.


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