lunes, 29 de julio de 2019

LOS POLÍTICOS SE VAN DE VACACIONES.

Mi sincera enhorabuena buena a todos los españoles; todos nos vemos agraciados porque, después del año que nos han dado ¡por fin! los políticos se van de vacaciones, lo que sin duda será beneficioso hasta para la economía nacional; no sería lógico que "con lo que normalmente se esfuerzan en sus jornadas laborales" en su ¿bien ganado? descanso estival -algunos como el Iglesias, tendrán marcado en las posaderas las formas del diseño del asiento del sillón preferido en el que se repuso del esfuerzo añadido de ser padre, en su "dacha" galapagueña- se les ocurra alguna de sus gilipolleces que tanto nos perjudican a las personas decentes, honradas y respetuosas; estos tres valores que tanto escasean entre la tropa, y más concretamente, en la "banda" que se largan, y nos dejan tranquilos hasta septiembre.

Nosotros, mi mujer y mis hijos veranearemos en esta casita, 

libre de hipotecas, que representa el fruto alcanzado de 70 años de trabajo, que no habrían sido suficientes sin la ayuda plena de amor y ¿por qué no? de una maravillosa camaradería a cuatro, que aún sigo disfrutando junto a mi mujer (será siempre Julita) y de mis hijos (Rufino y Jaime). 

Jamás he recibido ayudas; subvenciones del Estado; tratos bancarios preferenciales y, como abrazo de la Suerte, una vez agraciado con una quinielas de 14 aciertos, con un premio de 1.400 pesetas.  

Nosotros no usaremos un Falcón para desplazarnos, ni usaremos propiedades del Patrimonio Nacional; tampoco tendremos protección de los cuerpos policiales para no ser perjudicados por ninguna clase de forajidos que tanto proliferan en este país, al que el sistema parece haberles puesto moqueta para que su llegada les sea más cómoda y fructífera.

Pero la felicidad puede ser completa porque, a la que nos producirá la diáspora de la "casta", se unirá la de los comentaristas políticos de tele, y la nueva científica especie registrada de los politólogos.

Es una de las infinitas cosas inútiles que nos ha traído la democracia: elevar la categoría de las cosas; funciones y funcionadores, utilizando palabrejas altisonantes que no cambian intrínsecamente nada: ¡politólogo!. Como es de dominio público lo que significa la palabreja es: experto en política. Y a mí se me ocurre que eso de experto en política se parece un montón a lo de economista. No tienen puta idea de lo que pueda venir del futuro pero usa de forma etérea la Economía: "si pasa hacia el Sur puede que... Pero si pasa hacia el Norte podría ser que... Claro que si las cosas vienen por el Este... ¡Dios sabe hasta podríamos llegar si pasara por el Oeste!". Si; vale, pero ¿como se soluciona lo que está pasando en la actualidad?. Pues...eso, según sean las circunstancias.

¿Qué pasará en la vida política de España? ¿Será beneficioso el "reajuste" de la extrema izquierda (Pedro Sánchez) y la ultra izquierda (Pablo Iglesias y sus mariachis anti sistema) para España y para los españoles?. Si la respuesta se la solicitásemos a los politólogos, seguro que no sería más clara ni más concretas de aquellas con las que intentan convencernos, sin conseguirlo, los economistas.

Eloy R. Mirayo.



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