martes, 23 de octubre de 2018

SE PUEDEN COMPRAR.

De desorientación aguda es el estado al que nos está llevando la desastrosa actuación de los políticos a las personas decentes de este país. Nada sale desde la política española que tenga un sentido lógico; ese funcionamiento de carril, como ocurre en los demás países de nuestro entorno. 

Nadie que tenga una idea clara de cómo debe funcionar el Estado y el gobierno de un país, en cuanto al tema territorial, puede entender lo que está ocurriendo en Cataluña, en las provincias Vascongadas y, como "hilillos sueltos" de momento, en regiones como Galicia, Valencia y Andalucía (tiene huevos), Canarias y Baleares. 

En estos más de cuarenta años de hijoputez política en la que nos tienen (como putas por rastrojos) metidos, están consiguiendo la felonía de descuartizar y echar a los buitres, a una de las naciones más antiguas e importantes de cuantas existen en el Mundo.

Esta gentuza, con su falta de inteligencia, su incompetencia absoluta y su innata taurina tozudez en el yerro, están a punto de volvernos con sus imposiciones y prohibiciones sin tino ni tacto, al taparrabos para vestir el cuerpo y a la liana para viajar, del moderno estado del "bienestar" tribal.

Parece mentira que gentes con tan poquitas luces, haya cubierto todos los flancos del Poder. La separación de poderes, de acuerdo en ello todas las tendencias políticas existentes, es usada como materia digna de ser pasada por los mismísimos pliegues de sus ingles, rozando al paso sus genitales. 

Nadie existe que con autoridad les reproche ni les obligue al cambio; bien se han encargado (lo únicos para nuestra desgracia que han hecho bien) de blindarse comprando con el dinero de todos "cargos que ocupar", con la obligación de guardar silencio, aunque le estén pisando un "güevo"; o los dos.

La Justicia;

uno de esos poderes del Estado que en su independencia creíamos las gentes de buena voluntad, resulta que con su intromisión los partidos políticos en el funcionamiento interno, eligiendo a sus afines ideológicos, nos están haciendo tener muy serias dudas de imparcialidad, si por necesidad nos vemos pendientes de recibir una buena sentencia.

¿Qué es lo que deberemos pensar, la gente sencilla, sobre la sentencia y la vuelta atrás del asunto de los impuestos de las hipotecas? Es difícil aceptar la virginidad de una madre de nueve hijos.

Por inexistencia de funcionamiento intelectual, de quienes tienen ganada autoridad (de aquella manera) se permite a un osado chiquilicuatre (profesor universitario por dedazo cadetedraticio) sin rango gubernamental, entrar en conversaciones sobre los Presupuestos del Estado, con un individuo que está preso preventivo, acusado entre otros delitos, de atentar contra la integridad del Estado, del que era funcionario. La cosa suena a que el señor Sánchez se conforma con llevar el título, mientras los demás son los que capotean en las entrañas de la gobernación, salpicando (mierda) de su propia naturaleza las paredes del políticamente desautorizado Estado, al que muchos millones de españoles defenderían contra el separatismo con el debido respeto, aún sin ser monárquicos; yo entre ellos.

Si faltan, se pueden comprar.

Eloy R.Mirayo.



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