jueves, 31 de mayo de 2018

ESTIRPE DE GOLFOS.

El viaje de Las Palmas a Santa Cruz de Tenerife (que comparten capitalidad de Canarias) es, dicho con todo cariño, un poco más largo que el salto de una rana.

Preciosa ciudad Tenerife; muy comercial a la vez que turística, lo que les viene muy bien a los autóctonos ya que en el trueque está el beneficio. Una de las cosas que me llamaron la atención es que las joyerías tinerfeñas no tienen más medidas de seguridad que las más elementales; y es normal ver las puertas de esos locales abiertas durante las horas de apertura al público.

Julita -mi mujer- y yo, las veces que hemos estado en Tenerife siempre hemos residido en el Puerto de la Cruz, en el hotel Tenerife Playa, frente al complejo acuático de Cesar Manrique.

Esto es lo que veíamos desde nuestra habitación.

Pero no hubo ni habrá en el futuro visitas en la que no vayamos Julita y yo a comer en unos de los restaurantes que hay en frente al puerto de Santa Cruz.

Para quien pueda llegar por primera vez la recomendación más simple es: visitar el mercado de Nuestra Señora de África, que tiene una bonita fachada; el moderno Auditorio "Adán Martín"; el Parque García Sanabria; El Palmetum (Jardín Botánico); y, sobre todo, la ciudad en su totalidad.

A la hora de comer ¿quién no va a probar las "papas arrugas") un Puchero canario; sus ingredientes habituales son: garbanzos, mazorcas de maíz, habichuelas, col, zanahoria, calabaza, bubangos, papas, carne de vacuno, tocino, chorizo troceado y en ocasiones se puede acompañar también de gofio. Y si queda hueco en el estomago, hay quienes recurren al plátano ¡de Canarias; Joel!.


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Así es el sistema. A nadie puede, o debería extrañar, porque ya ha sucedido varias veces, por no decir todas las que se han dado, que el señorito "Pepis" del PSOE, con las mismas "virtudes" que los anteriores, gente sin fondo intelectual, sin fondo ético, sin fondo de honestidad, sin fondo de decencia y honradez, sin fondo patriótico, sin fondo de humanidad, sin fondo de respeto, llegue a presidir el gobierno de España. Si el sistema político es esto, que es lo que los españoles podemos esperar que quienes con esas "virtudes" puedan llegar a hacer con nosotros; con España, y con su Estado.

La sensación de la calle; lo que la mayoría de los españoles tenemos en la cabeza, es que lo que ha venido pasando desde hace más de cuarenta años, no lo habíamos visto ni siquiera en la serie cinematográfica de "El Padrino".

El robo a los euros del Estado (los dineros de todos los españoles) con la aparición de esta Democracia, se generalizó, de arriba a bajo, con tanta chulería (mi hijo tiene billetes de 500 euro pa asá una vaca), 

que parecía que de manera general entre quienes se movían dentro de la administración, sin excepción de cargo, carguito o carguete, habían sido premiados con el levantamiento personal de la veda del euro. "Euro que vuela, a la cazuela". En un taxi -es nuestra percepción- cabrían las personas (políticos y afines) decentes que han llegado a la política en los nefastos años de esta Democracia.

Este país ¡este Grandísimo País! por culpa de una estirpe -porque en eso han convertido a la política nacional- de golfos, estamos en boca de toda Europa, qué ganas tenía de homologarnos.

No meto a nadie más. El PSOE y el PP, el resto tiene la misma importancia política que el papel del Water, han sido expendedores de actos delictivos de tremendas dimensiones, que no voy a volver a exponer. Pero lo que a mí, y espero que a muchos millones de españoles nos revuelve el estómago es que Pedro Sánchez,

militante del PSOE (GALáctico), se erija en el Torquemada de pureza virginal, capaz de quemar la inmundicia existente.

Eloy R. Mirayo.


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