viernes, 21 de abril de 2017

Y NOSOTROS, TAN TRANQUILOS.

Algo natural, como no puede ser de otra manera, es que las distintas secretarías de la Comunidad, reciban del presupuesto anual una buena cantidad de millones de euros, para que cada secretario haga con ellos lo que le salga del "Felipe" o de su siamesico hermano gemelo.

Que por lo que estamos comprobando, ha debido ser la "buena línea de gobierno".

Cualquier mindundi como yo, sin ir más lejos -no vaya a ser que alguien se sienta molesto-, se preguntará, esperando algún día ser respondido, después de oír a la muy compungida y lacrimógena doña Esperanza Aguirre, explicarse en los juzgados que, ¿de que es de lo hablan el presidente autónomo y sus secretarios cuando se reúnen en los consejos de gobierno? 

¿Se dedican a contarse chascarrillos y gracejos democráticamente correctos o, como debería ser, se piden por parte de la presidencia explicaciones sobre sus las actividades y proposiciones a cada uno de los secretarios? ¿Se pedirán certificaciones de plazos de terminación; calidades; y costos de los servicios que se contratan con empresas privadas?.

Entre gimoteo de cocodrilo, y gimoteo femenino clásico, la señora Aguirre, ex Presidenta de la Comunidad de Madrid, 

("Aguirre y Gallardón: el duelo que no cesa por el eje Prado-Recoletos") 
estaba tan en otro sitio (cuestión de imagen), que no se enteraba de lo que se estaba robando desde mismamente debajo de su mesa de despacho oficial, exagerando por lo que merma.

Las explicaciones que se nos dio al pueblo fue que la creación de los gobiernos autónomos componían, como una orquesta, una herramienta de acercamiento del Estado a los ciudadanos que, además del bien -por fascículos- que eso proporcionaba a toda la sociedad en su conjunto, facilitaba un gobierno idiosincrásicamente cercano, pero pupilo del Gobierno nacional, y supremo.

Debimos entender mal.

Es cierto que aparentemente desde la zona ¿noble...? de la calle Génova no se ponen impedimentos para que la Justicia actúe libremente, pero eso no nos puede ni satisfacer, ni tranquilizar. No nos satisface porque no sé a qué obedece, pero los millones de euros, la práctica totalidad de ellos, nunca aparecen, ni siquiera cuando los chori-políticos salen tempranamente del "talego". 

Claro, los tienen a buen resguardo en Paraísos fiscales.

Y nosotros, tan tranquilos.

Eloy R. Mirayo.

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