lunes, 24 de octubre de 2016

ABDUCCIÓN.

La abstención hubiera sido una buena medida política, pero se eligió el NO empecinado e irracional.

Mi opinión es la opinión de quien sería feliz si el PSOE, junto a las demás siglas que conforman el rojerío nacional, desaparecieran de la faz de la tierra, no sólo de este país, sino de la del mundo entero. Lo que no me quita la posibilidad de tener ya clara idea de lo que para esa especie (psoistas) habría sido políticamente más rentable. 

La abducción a la que el señorito "Pepis" (el joven apolíneo Sánchez) tuvo sometido al partido es lo que, a deshora, y con menos puntos a favor, se han visto obligados a llevar a cabo las interinas autoridades del PSOE: jugar la baza de la Abstención, en la próxima investidura del señor Rajoy. 

No se debe jugar con la poca inteligencia de los militantes rasos de un partido, para intentar mantenerse en el puesto de mando, y eso es lo que pretendía el señorito Sánchez. Repito; ese muchacho con su No superlativo, pensó -y sigue pensando- que, con belleza varonil, tenía abducidos a la mayoría de sus compañeros (la que es segura es la abducción del suave Iceta) y a la casi totalidad de los simpatizantes y simpatizantas.

No me causan admiración los "santones" del PSOE; ni los viejos, ni los nuevos. Todos ellos con su actuación política, han demostrado la falsedad de su sentir socialista pero aunque no se sea entendido en la materia, si uno va caminando por la calle de una ciudad (Madrid sin ir más lejos) y ves una mierda de perro, el chip que se lleva en el cerebro, permite hacer una evaluación del hallazgo positiva o negativamente, ajustándose a los cánones en uso. Si es de un color adecuado; si el trazado estético es artístico; si el material es recio o pomposo y, por último tiene el mal olor que le corresponde. O sea, si la mierda tiene un buen color; goza de una aceptable estética; si la platería está bien integrada; y además huele que echa "pa tras", la mierda es una buenísima mierda. Y si no es así, es que es un mala mierda.

Esa sensación, es la que me hace reconocer una buena mierda entre un cuantas mierdas en la calle; en un solar; o en el campo, sin presencia y sin personalidad, es la misma sensación que siento cuando me viene el recuerdo de los González boys, y los comparo con los sociatas que les cogieron el relevo. Aquellos, permítaseme la comparación, eran una buena mierda, y los que les han sucedido, no pasan de ser unos moñigos desaliñados, si presencia y sin olor. Si; originalmente son la misma materia -fruto del ano- pero ¡qué diferencia!

Si en el PSOE hubiera habido un grano de inteligencia, habrían propuesto abstenerse en la investidura de quién había sacado mayor número de escaños, porque esa habría sido la manera más cómoda y sencilla para haber llegado en corto plazo a conseguir alcanzar el gobierno de la nación y la revalorización de su postura en la sociedad. Aquel Gobierno del mes de diciembre, atacado por todos los frentes, era como un pastel a la puerta de un colegio del Estado, en un barrio periférico cuyo futuro no podría ser largo. Ahora, aún con la fragilidad de un gobierno en minoría, el gobierno se ha puesto bastante más duro para las de dentadas encías del PSOE, lo dirija quien lo dirija. 

Eloy R. Mirayo.

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