martes, 17 de mayo de 2016

DEDO PRESTO Y GATILLO SENSIBLE.

Buscando, algo interesante, lo que va resultando difícil tarea, encuentro en la pantalla de mi iPad una noticia con los siguientes encabezamientos:

 "Autorizan la eutanasia de una joven con estrés postraumático".
Holanda practica la eutanasia a una víctima de violencia sexual".
"ITS HAPPENING: Holanda autoriza suicidio asistido de una joven de 20 años".

Luego, después de leer lo que seguía a esos encabezamientos, lo que yo he sacado en "limpio"-ya sabéis que soy un ser muy primitivo en mi capacidad de comprensión de los hechos y las palabras- es que, "eutanasia" y "suicidio asistido", son seudónimos de ¡ASESINATO LEGAL!.

Las autoridades holandesas han permitido -legalizado desde 2002- que una joven de 20 años de edad, admitiendo como irreversible su agudo estado de estrés, fuera matada, por un profesional médico, mediante una inyección de un producto letal.

Una persona de 20 años de edad, en condiciones normales, es un organismo con una esperanza de vida que fácilmente superaría en más de tres veces los años vividos y ¿es que hay alguien en el Mundo con la autoridad medica suficiente para asegurar que durante esos sesenta años posibles, la ciencia no vaya a ser capaz de descubrir el fármaco salvador?. Continuamente la industria farmacéutica internacional va encontrando infinidad de drogas que curan totalmente, o alargan la esperanza de vida a pacientes que sufren enfermedades que hace pocos años eran incurables; mortales en corto plazo.

Las autoridades holandesas son como los "pistoleros del Lejano Oeste": tienen el dedo presto y el gatillo demasiado sensible. El año 2013, sin datos de eutanasia, en general, esas autoridades holandesas, a lo "Billy the Kid" (Billy "El Niño" para mí, que en inglés solo se decir "yes"), tomaron la decisión de terminar con la vida de 650 bebés, para "librarles" de sus sufrimientos. Durante el pasado año, 2015, en aquel país, se produjeron 5.561 muertes por eutanasia.

Claro está que, como estamos acostumbrados a escuchar a los cantores de la Democracia (Democaca; Cabroncacia; Mamoncracia) cuando se comete alguna clase de cabronada, o hijoputada, siempre encontraremos a esa especie "progresista" que en esa "práctica" -hay que acordarse de nuestro "doctor Muerte", aquí en Madrid-, intenten hacernos creer que lo que se busca es acortar el sufrimiento del paciente terminal ("es inhumano tanto padecimiento para el enfermo y para sus familiares"). Pero no es así; lo cierto y verdad es que las enfermedades que se alargan en varios años, producen ocupación hospitalaria; atención médica, interna y externa; y un gran gasto farmacéutico. Eso, los gestores democaquitos, con la suficiente deshumanización necesaria, no se paran en medios. Y algunos médicos han olvidado que su labor, en la medida que el paciente necesita, es su ayuda para vivir y no su empujón para morir.

Por Eloy R. Mirayo.

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