martes, 15 de diciembre de 2015

¡Y LES DESEAN SUERTE...!

Suerte es la que necesitamos los españoles que nos tienen en Guatemala y  estamos en trance de ser llevados a Guatepeor.

Eso que vimos en la 1 de televisión, no es un tele-serial venezolano, sino los representantes de los más importantes partidos políticos de este país que en mejores tiempos se llamó con propiedad España y que en estos momentos simplemente se le nombra con el genérico, "país".

No llego a saber cómo se les ha quedado el cuerpo de mis compatriotas, democaquitos ellos, después de ver el "Hormiguero" y a aquellas dos grotescas "hormigas", solo faltaron los agujeros por dónde sacar las cabezas, que como las berzas que las verduleras de sucios y arcaicos mercados se tiraban a la cabeza, se tiraban mierda y más mierda, que ambos partidos han sido muy capaces de generar y acumular durante cuarenta años y, de manera especial, la creada en las dos últimas legislaturas. ¡Gracias a Dios! Porque de haberse ido más lejos en la "democaquita memoria histórica" la mierda disponible, a España y a todos los españoles, simplemente las salpicaduras nos habría borrado del mapa europeo.

Estos enfrentamientos electorales serían buenos si los que van a meterla por la rajilla del dado transparente, fueran capaces de ver que ese, es el auténtico valor de esa gente y que lo otro, la fachada; lo de diario, es la tramoya  hueca; detrás del telón no hay historia. 

Don Vicente Blasco Ibáñez, en 1916 publicó la novela premonitoria, Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis.

¿Como es posible que don Vicente Blasco Ibáñez afinara tanto? Casi cien años después está a punto de hacerse realidad la maligna aparición de la dañina tropilla de las cuatro maldiciones: la Victoria, la Guerra, la Muerte y el Hambre. ¿Lo podremos seguir aguantando?.

El futuro de España y el de nosotros, las personas decentes, sigue siendo tan incierto como era el día 21 de noviembre de 1975. Independientemente de cómo le pudiera ir a la gente, hasta aquella fatídica fecha, la coherencia imperaba en la vida nacional. Nadie tenía dudas de qué, de cómo y cuando podía hacer las cosas. Una de las cosas más importantes para que todo el mundo pueda gozar de la libertad, a la que se tiene derecho, es saber qué es aquello que esta prohibido, por su incidencia negativa en el goce de la libertad de los otros. Las normas de convivencia nos permitieron a la gran mayoría de los españoles convivir con tranquilidad, y desarrollarnos humana y profesionalmente hasta donde nos llevó nuestra capacidad. Pero como las famosas Tablas de la Ley que rompió Moisés, también está Democaca, las hizo saltar rotas en mil y un pedazo.

Y les desean suerte...

Por Eloy R . Mirayo.

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