jueves, 9 de julio de 2015

HUMOR NEGRO.

Es una preocupación más para los españoles, si se tienen pleitos judiciales: el juzgado al que asignen el caso.

Parece como si no existiera la razón objetiva, que forme la base para una sentencia justa, sino que, más que la razón, es determinante el estado emocional del juez de turno, en el momento de dictar la pertinente sentencia.

Los tuit de este individuo con presencia casi humana, deberían ser materia de poca discusión. Y lo serían, si en vez de haber sido obra de un izquierdista, hubiera sido, cosa improbable, por una persona decente; una de esas personas a las que suelen tachar de fascistas, homófobos y racistas, gentes así:      

(No; no era esta, sino esta otra. Y ¡qué más da! Ah, para quienes sois de fuera; de verdad que ese es concejal).

Lo que me extraña grandemente es lo poco que parece haber importado el asunto a las organizaciones judías, nacionales e internacionales. 

Pero, volviendo al principio, aún se encuentra húmeda la tinta que se usó para poner negro sobre blanco la sentencia que exculpaba, o lo que viene a ser lo mismo, no se encontraba motivo para ningún tipo de "castigo" judicial al concejal de Madrid, por publicar unos tuit, con chistes que se ha dado en llamar "humor negro", que en algunos caso yo les llamo de "humor hijoputo". Estos: 

Cada día se nos hace más difícil, viendo lo que tenemos que ver, y escuchar lo que últimamente estamos escuchando; creer plenamente en la Justicia y en la Religión Cristiana; dos de las más -o las que deberían ser más- respetadas instituciones.

Los españoles, que es lo que nos ocupa, tenemos la impresión de que, tanto en la Justicia, como en la Religión Cristiana, ni la JUSTICIA ni DIOS, son lo más importante, para quienes tienen el encargo administrativo. Uno en lo Divino y otro en lo humano.

Fácilmente, parece, para jueces y pastores de la Iglesia, encontrar trochas, atajos y troneras por donde introducir como normalidad, lo que se entiende que, insultantemente, choca contra los cimientos de la ortodoxia.

En la foto del recuadro extraído de una de las paginas interiores de El Mundo -diario que como un memo sigo comprando- leo con extrañeza que "el fiscal pide a la sala que Zapata declare como imputado para ver si con esos tuit quiso ofender". Me extraña la petición -quizás por mi profunda ignorancia-; preguntar al ofensor si ha tenido la intención de ofender es, como si al asesino que ha matado de quince puñaladas en cada ingle a un paisano, se le preguntara si durante el periplo de su cuchillo por las ingles ajenas, él tenia intención de asesinar, o si todo ello, sangre incluida, simplemente formaban parte de una novedosa forma de hacer humor negro.

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