martes, 26 de agosto de 2014

BARATO BARATO, PAISA.

El incidente que se ha suscitado entre el rey de Marruecos y una patrullera de la Guardia Civil, por culpa de la autoridades españolas ha terminado por ser una autentica vergüenza para el Estado español.

Como aquellos hijos de papá (alimentados vestidos y calzados con dineros del "Régimen"),  cuando, por alterar el orden publico dando vivas a la Unión Soviética y al comunismo, eran detenidos; aquella inmundicia humana al llegar a la Comisaría, indefectiblemente todos decían el mismo estribillo que Su Majestad Mohamed VI, les dijo a los guardias civiles que estaban cumpliendo con su obligación ¿"Es que no saben quien soy yo"?

Aquellos hijitos de papá de camisa azul  y chaqueta blanca del Movimiento (hoy, la mayoría rojos), a la pregunta unían el nombre con el apellido del papá, el cargo político y el numero del teléfono de casa. 

Un numero de la Guardia Civil, al poco de ser formada, paró un carruaje y pidió la documentación a la persona que en el viajaba que resultó ser el mismísimo Duque de Ahumada, que fue su fundador; aquel guardia no fue obligado a disculparse, sino que fue recompensado por su celo; veremos lo que les sucede a estos.

No estoy enterado de si a todos los guardias, por el mando supremo, se les exige conocer, con el repetido pase de distintas fotos del rostro (de frente y de los dos perfiles) y las formas corporales, delantera y trasera, del monarca marroquí. Pero de lo que si tengo constancia es de que todo guardia civil, sabe perfectamente cual es su obligación, y la cumplen a rajatabla (ayer fallecieron tres guardias que habían rescatado a un montañero, al estrellarse con un helicóptero). Por lo que en este caso, que nadie lo dude quien ha pifiado ha sido quien no actuó como cualquier gobernante extranjero cuando se desplaza a otro país; anunciando su visita a las autoridades competentes, y no como lo hacen quienes vienen a nuestras tierras en pateras.

Es una vergüenza que desgraciadamente nos alcanza a todos los españoles. Mohamed VI, telefoneo quejándose, en vez de pedir disculpas, a Felipe VI; Felipe VI, (dibujo extraído del diario El Mundo) en vez de exigirle disculpas al rey de Marruecos, traslada la queja de este al ministro del Interior; el ministro del Interior le pasa la patata caliente al Director de la Guardia Civil; el Director de la Guardia Civil, al comandante de la Guardia Civil de Ceuta, que, sabe Dios con que "leche", se fue a pedir disculpas a quien, si no fuera quien es, se le habría detenido y puesto a disposición de la justicia.  

Si la "cosa" no es como me han contado, que el rey habría avisado de su llegada a aguas españolas, no debería ser un comandante quien fuera a humillarse ante el rey de Marruecos, sino el mismísimo ministro de Interior, por no haber sabido montar adecuadamente, la cadena de mando y, en vez de tener gente preparada, auténticos profesionales, habría cubierto las necesidades del ministerio con amigotes del partido.

Si yo hubiera sido uno de esos guardias civiles, después de ver a SM, posiblemente le habría confundido con uno de esos árabes que en el Rastro madrileño y por los rastrillos de los pueblos venden alfombras, gafas de sol, relojes y ... "barato barato, paisa; barato, barato...". Dicho con todo el respeto.

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