Hay algunas cosas, pocas, que son absolutamente singulares, como es, por poner un ejemplo reconocido en el Mundo entero, la Madre. Padres es otra cosa pero madres...
Con la discriminación pasa lo mismo; la discriminación positiva, que está últimamente muy de moda, es un invento inconstitucional de las huecas cabezas de nuestros democacas legisladores, para enfrentar un delito, con seguimiento judicial de antiguo, y con la consiguiente sentencia establecida. La constitución vigente, aunque se acercaran a las urnas menos del 50% de los españoles, proscribe claramente toda forma de discriminación.
Para reprimir lo que han dado en llamar por la cursilería reinante "Violencia Machista" a lo que desde siempre ha sido un asesinato, solo habría sido necesario aplicar la ley con toda dureza, y si para algunos casos no fuera suficiente, ampliarla con la pena capital. Pero, a igualdad de delito (hombre o mujer), igual castigo. Cualquier persona inteligente -que por supuesto no sería político- sabe que la discriminación positiva para unos, es negativa para otros.
Ante esta noticia y el tratamiento que se le da, no se si es que soy muy torpe y falto de entendimiento, o si quienes dan y quienes pasan la noticia son unos necios, o unos mal intencionados que pretenden desacreditar al Glorioso Instituto, a través de la Residencia Duque de Ahumada.
El Secretario de AUGE, Paco Cecilia, parece ser que denuncia el "modelo machista" imperante en ese recinto universitario dependiente de la Asociación Pro-huérfanos de la Guardia Civil. ¿Por qué? porque parece ser, según se expresa Paco, los varones que allí residen, no pueden hacer la colada ni usar la plancha, porque están en exclusiva para ser usadas por las féminas; lo que yo entiendo como un privilegio, la AUGE, por boca de su secretario general considera que de ese modo la Guardia Civil "sigue viendo a la mujer con una plancha y una escoba en la mano y prohíbe y castiga a los chicos por usar la lavadora". Lo que a Paco le parece una anacronía machista, a mi, lo que dice Paco me parece una solemne gilipollez, pues no está pidiendo que la mujer deje la plancha y la escoba, y si que se vea a los hombres con semejante armamento. La residencia, tiene un servicio de lavandería, de lunes a viernes, que entra en lo que cada residente/a paga mensualmente.
Con poquito que nos pongamos a considerar las necesidades de aseo femenino, y su mensual peculiaridad, lo que podría parecer privilegio, es una lógica necesidad. Otra cosa sería si esa lavadora fuera para que las chicas de la residencia, además de lavar su ropa, estuvieran, por genero, obligadas a lavar la ropa de los demás residentes y la del personal laboral de la Residencia, incluyendo la del director.
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Aquí presento mi queja más compungida, porque (¡y, mira que lo pedí con tiempo!) nadie me ha mandado recado diciendo que han bailado unas sevillanas por mi, en el Real de la Feria.
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