jueves, 30 de enero de 2014

DOBLES Y TRIPLES EMOLUMENTOS.

Ahora se habla de las incompatibilidades en los cargos de los políticos, como si ese fuera el único problema que huele a podrido en la administración. No creo que ese se sea el problema a combatir y extirpar de raíz. Lo gordo; lo que suma una fortuna que no nos podemos permitir los españoles, son los dobles y triples emolumentos que perciben muchos de nuestros políticos. Esa es la incompatibilidad a perseguir, la de el chorreo de sueldos, que eso si que jode cantidad. 

Eso es lo que a las personas sencillas, por normales y honradas, nos cuesta mucho asimilar; nuestras gargantas no son capaces de tragar sin sentir nausea que un diputado, por ejemplo entre muchos casos, además de cobrar por diputado, vuelva a cobrar una "pasta gansa" por estar incluido en una de esas comisiones que, quienes en su puerca vida no han dado un palo al agua, se han sacado de la manga como imprescindibles, para disimular que se lo están llevando crudo. En todo el plantel de diputados nacionales, solo hay un simple, que cobra el sueldo de diputado sin ninguno de los gajes inventados para engordar la ya gorda paga, por mucho que se nos quiera hacer comulgar con ruedas de carro, diciendo que están trabajando denodadamente por nosotros, los españoles.

A mí me importa un "güevo de la cara" (que son los más difíciles de encontrar) si nuestros diputados cobran menos que sus homónimos alemanes, porque lo que si me importa, y mucho más a quienes lo sufren de forma más directa, es que los trabajadores y trabajadoras españolas, cobran una mierda, en comparación real con sus homónimos alemanes y además, como plus negativo, tienen que sufrir viendo a sus "representantes en las Cortes Generales" durmiendo,  jugando o "disfrutando" películas porno, en los ordenadores que les hemos puesto en sus escaños, cuando no están ausentes.

Las incompatibilidades de sueldo y las duplicidades de pensiones, es la asignatura pendiente para un futuro, cuanto más próximo mejor, que traiga a la política nacional unas cuantas personas decentes preocupadas por el bien común, y no gentes cuya única preocupación es comprar casas en barrios elegantes, y picaderos equinos, y otros coleccionando billetes de quinientos euros en paraísos fiscales.

Aceptemos que esas comisiones son necesarias y que para que funcionen, son necesarios un numero determinado de diputados en el Congreso, y de senadores en el Senado; pues bien, se eligen como normalmente se hace, y ya está. ¿Porqué hay que darles mas euros por ello? ¿Acaso es que solamente se les da la paga de diputado o senador por el esfuerzo de levantar corderilmente la manita, o por calentar con sus pedorros culos los escaños?.

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