Ganar por 1 a 6 en la champiñón lega, en campo ajeno, no es algo fácil y menos, a un equipo turco. El Real Madrid en las distintas ocasiones que ha ido a jugar en Turquía, nunca logro la victoria. Ayer, por fin, se rompió el maleficio. Ahora queda esperar que también seamos capaces de romper el maleficio que nos impide alcanzar la décima; llegar a las dos cifras, 10: la cantidad de Copas de Europa que se luzcan en las vitrinas del museo del Irreal Madrid.
Ningún otro equipo del mundo futbolístico puede presentar un currículo más lleno de triunfos, nacionales e internacionales. De la misma forma, ningún equipo de fútbol del mundo es más solicitado, ni mejor pagado; lo que le ha llevado a ser el equipo más rico de ese, no tan pequeño, mundo que es el Fútbol.
Hay cosas que se reconocen sin ninguna tipo de discusión, por todos, que son extraordinariamente buenas, y por serlo, si son de visitar, se visitan aceptando su bondad; disfrutando de ello. No conozco a nadie que odie a Venecia, por la belleza de sus Palacios o por lo pintoresco de sus canales; no conozco a nadie que odie a Egipto por lo extraordinario de su pirámides; en fin, no conozco a nadie que odie la ciudad donde se encuentre algo extraordinario, si se me permite hacer la excepción de Madrid y del Real Madrid.
¿Cuál es la razón? Hay quienes piensan que es la envidia que les nace de la impotencia de no poder llegar a ponerse a su altura. Hay quienes llegan a tan ruin sentimiento por que no son capaces de comprender que también adquieren títulos, muy importantes, los que son capaces de competir con honor, aunque no se alcance el triunfo final.
Solamente la envidia es capaz de conseguir que alguien se saque un ojo, con tal de que otro se quede ciego. Es lo que les pasa a muchos aficionados de equipos de categoría deportiva, que preferirían que perdiera su equipo, si alguien les asegurará que también perdería el Real Madrid. Y claro, sufren mucho.
Desde esta humilde trinchera, les mando un fuerte abrazo, y mis deseos de ascenso, a los dos equipos de Asturies, Oviedo y Gijon -Gijon y Oviedo.
Ningún otro equipo del mundo futbolístico puede presentar un currículo más lleno de triunfos, nacionales e internacionales. De la misma forma, ningún equipo de fútbol del mundo es más solicitado, ni mejor pagado; lo que le ha llevado a ser el equipo más rico de ese, no tan pequeño, mundo que es el Fútbol.
Hay cosas que se reconocen sin ninguna tipo de discusión, por todos, que son extraordinariamente buenas, y por serlo, si son de visitar, se visitan aceptando su bondad; disfrutando de ello. No conozco a nadie que odie a Venecia, por la belleza de sus Palacios o por lo pintoresco de sus canales; no conozco a nadie que odie a Egipto por lo extraordinario de su pirámides; en fin, no conozco a nadie que odie la ciudad donde se encuentre algo extraordinario, si se me permite hacer la excepción de Madrid y del Real Madrid.
¿Cuál es la razón? Hay quienes piensan que es la envidia que les nace de la impotencia de no poder llegar a ponerse a su altura. Hay quienes llegan a tan ruin sentimiento por que no son capaces de comprender que también adquieren títulos, muy importantes, los que son capaces de competir con honor, aunque no se alcance el triunfo final.
Solamente la envidia es capaz de conseguir que alguien se saque un ojo, con tal de que otro se quede ciego. Es lo que les pasa a muchos aficionados de equipos de categoría deportiva, que preferirían que perdiera su equipo, si alguien les asegurará que también perdería el Real Madrid. Y claro, sufren mucho.
Desde esta humilde trinchera, les mando un fuerte abrazo, y mis deseos de ascenso, a los dos equipos de Asturies, Oviedo y Gijon -Gijon y Oviedo.
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