domingo, 15 de septiembre de 2013

FLACO FAVOR.

¿Qué se buscaba con el giliasalto, al que pomposamente se ha dado en llamar, "ataque ultra" en el centro catalán de Madrid?

¿Qué logro se ha alcanzado? A mi entender, el ridículo; simplemente se ha alcanzado el logro de que algunos animales plumíferos que vierten su odio africano hacia unos inmutables principios ideológicos, desde las páginas de unas gacetillas con ínfulas de "importantes" periódicos, en este caso El Mundo, que les permite darse el lujo de ridiculizar a la Idea, y a los que imperturbablemente seguimos creyendo en ella.

Además de darles excusa para insultarnos ¿Qué?

El ser humano es un animal (unos más que otros) inteligente, podría decirse sin exagerar, desde el mismísimo momento de la fecundación del ovulo por el espermatozoide. Ese don que los católicos sabemos que es un bien de gran valía que Dios se lo dio en exclusiva al ser humano, es una herramienta que usada adecuadamente, es fuente de energía positiva. Pero que mal empleada, se transforma en fuente de energía negativa.

Yo no puedo tener juicio por desconocimiento de los individuos que participaron en esa cachupinada, de su nivel de inteligencia; pero de lo que no me cabe la menor duda es que si son personas inteligentes, la inteligencia se la dejaron en alguna parte olvidada. "Flaco" favor les han hecho a las siglas políticas en las que militan, y gran favor han hecho al catalanismo separatista, con ese tan mal uso de la inteligencia o, mejor dicho, con semejante estupidez.

Ese "ataque" ha servido para que el ciudadano Manuel Jabois, en sus "Apuntes en sucio", en El Mundo, -viendo el chozo, se sabe cómo es el guarda-, haga una comparación canalla de la entrada de esos "ultras", en la librería Blanquerna, con la quema de libros que hace décadas hicieron los nazis en Alemania.

Manuel Jabois, joya de la intelectualidad democrática del momento, asegura que los rasgos distintivos de un fascista es atacar librerías. Para este imbécil (alguien me diría que dijera frívolo, pero no me da la gana), una acción, aunque mal llevada, de defensa de la unidad nacional, entrando en un aquelarre separatista, anti español y anti catalán, es la confirmación de que a los fascistas (da por hecho que ellos son fascista; yo podría decir, quizá con más razón, que él es gilipollas como la copa de un pino y, sin embargo, no lo digo), el rasgo que les identifica es atacar libreras.

Seguro que yo, para este primate peludo, soy un fascista de tomo y lomo porque soy católico, anti abortista; porque me siento español de toda España y que, como juré ante su bandera, estaría dispuesto a luchar por su unidad; porque guardo un recuerdo respetuoso por quienes nos libraron durante casi cuarenta años del comunismo y del socialismo, amén de otros ismos, igualmente dañinos, como el momento actual está demostrando.

Si su falta de cultura se lo permitiese, que creo que no, podría pasar -no hace falta mucho esfuerzo intelectual-, revista a las personas que para su entender, por haber pertenecido a gobiernos franquistas, serían fascistas, incluyendo a Serrano Suñer, y compararlos intelectualmente con usted (que pena ¿no?) y con todas las "personalidades" políticas del momento. No hay partido.

Habla de que nos reunimos como zombis para invocar un nuevo orden de bota y bala. Le recuerdo que su democracia es la del GAL, la del General Galindo, la de las fosas con cal, para hacer desaparecer a quienes fueron asesinados en Almería, la de los secuestros...

Reconozco que mi cultura es escasa pero, como única excusa, puedo decir que a los once años me puse a trabajar y que, con mi esfuerzo, se han pagado carreras como la de Manuel Jabois. ¡Mecachis sea en la!

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