sábado, 24 de noviembre de 2012

LA DEUDA DE LA PROGRESÍA.

La Universidad Complutense -¡cómo no!- también está a punto de quebrar. 150 millones de euros es el montante de la deuda que la progresía universitaria ha dejado para que, en el probable caso de quebrar, el gobierno, el autonómico o Nacional, se haga cargo porque, ya me dirán si no, de donde coño el hijo del monstruo de Paracuellos, va a sacar tan redonda cantidad. Como corresponde a quien llega a cargos de gran responsabilidad sin méritos que le adornen –al menos los necesarios-, el señor Carrillo, rector de la Complutense, se plantea hacer frente a la deuda con el recorte progresivo de los sueldos, del 4,60% al 8,35% que supondrá un recorte de 82 euros al mes en doce mensualidades en el tramo de quienes menos cobran y de 629 para el tramo de quienes más cobran. De esa manera, don José Carrillo piensa ahorrar 3,7 millones de euros. Si tenemos en cuenta la deuda, los 150 millones de euros y la cantidad que piensa ahorrar, la Complutense no será librada de su deuda en, al menos, 41 años, siempre que la administración, sea más responsable de lo que hasta el día de hoy ha sido; cosa que se me permitirá que ponga en duda ya que el empleo de Rector, en los últimos años, no se alcanza por méritos, sino por votos y, en esas clases de votaciones, conociendo a la “gente de bien”, solamente pueden salir los rojetes del puño cerrado.

Ya. ¿Qué institución estatal queda sin estar a punto de quebrar?. Dicen; parece ser; hay quien ha oído que… y, hasta he encontrado una persona que me ha asegurado que existe el Tribunal Superior de Cuentas cuya labor es:
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El Tribunal Superior de Cuentas tiene como función la fiscalización a posteriori de los fondos, bienes y recursos administrados por los Poderes del Estado, instituciones descentralizadas y desconcentradas, incluyendo los bancos estatales o mixtos, la Comisión Nacional de Bancos y Seguros, las municipalidades y de cualquier otro órgano especial o ente público o privado que recibe o administre recursos públicos de fuentes internas o externas.
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Y, siendo así, ¿Cómo es posible que la Universidad Complutense, junto a todas las demás instituciones que nombra en su función, deban, y no aclaren donde están todos los millones de euros que han hecho esfumarse los sinvergüenzas que debían cuidar celosamente de ellos?

Dice el Rector Carrillo (no os podéis figurar lo que me revienta escribir ese apellido, sabiendo, como se, quien ha sido el desalmado que se lo dio) que, durante el año 2011, 96 personas han dejado de trabajar en la Complutense, sin que se hayan cubierto esos puestos, con lo que han ahorrado 2.710.000 euros. A partir del próximo presupuesto, piensa reducir el número de profesores asociados. A ver si me aclaro: 96 puestos de trabajo que no han sino repuestos; profesores asociados defenestrados. Si la Universidad Complutense sigue funcionando el próximo curso, más o menos como hasta ahora, es que ni los que se fueron ni los “asociados” que se van a ir, eran necesarios. Pregunta estúpida ¿Quién les puso ahí?

Entre el personal que se mueve dentro de la universidad el segmento más numeroso, 1.019, ganan al año entre 22.000 y 27.000; parece ser que hay seis personas que cobran al año una media de 82.000 euros y, hay otros seis que cobran -¿?- más de 87.000 euros. Entre los 27.000 y los 87.000…

Tengo una duda… no se si esta noche, acostándome con esa duda voy a poder dormir… dudo si don José Carrillo, es de los que cobran 27.000 euros o de los que cobran más de 87.000 euros. También me gustaría saber -mi ignorancia es infinita-, cual es el cometido de un profesor asociado y cual sería el número de ellos que se necesitarían en cada una de las universidades.

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