viernes, 30 de noviembre de 2012

HOY POR TI, MAÑANA POR MÍ.

Nadie se equivoque; los que tienen dinero en Suiza u otros paraísos fiscales, después de la regularización promovida por el ministro Montoro, seguirán, aun después de hacer el pago a Hacienda, tan ricos y sinvergüenzas como antes, ya que, lo que se les exige, es solamente calderilla, que malamente llegará para el pago del papel higiénico de uso en el ministerio.

Hervé Falciani, empleado de HSBC, copió datos de miles de evasores, de los 130.000 con cuentas en Suiza, entre los que se encuentran 659 españoles. Los bancos suizos, tradicionalmente, son el delincuencial nido protector del dinero podrido, las más de las veces con manchas de sangre que los grandes desvergonzados mundiales: mafiosos de todo cuño; traficantes de armas; políticos corruptos; narcotraficantes y un largo etcétera de transgresores de la ética y la moral, no pueden exhibir en público. Entonces, si partimos de la premisa de que los bancos suizos, aún con los cambios habidos, siguen siendo el refugio de ese dinero canalla, es porque aún, esos bancos, tienen rincones recónditos y oscuros donde se esconden ciertos dineros que, de saberse el nombre del propietario, podrían hacer tambalear más de un gobierno democraladrón y más de una monarquía de Europa.

Recientemente, el presidente de la Generalidad de Cataluña, señor Arturo Mas, refiriéndose a la cuenta que su difunto padre tenía en uno de los paraísos fiscales, dijo que ese dinero ya había sido regularizado por su padre, con el gobierno zapateril, antes de morir. Vale; pero ¿Quién le ha preguntado por el origen de ese dinero? ¿La Fiscalía de Delitos Económicos ha iniciado la investigación pertinente?

El señor Arturo Mas, uno de los beneficiarios de ese dinero, ¿tendrá la escasa vergüenza de aceptar ese dinero fruto de un delito? Ya se ve, por su comportamiento, que la vergüenza no es algo que le pese en su zurrón.

Desde que Hervé Falciani hizo saltar la liebre, ha pasado tiempo más que suficiente para que alguno de los 659 golfos españoles haya puesto pies en polvorosa, junto a su dinero o, quizá, alguna de esas tres o cuatro personas que muchos tenemos en el pensamiento, ha aprovechado el aviso del ministro Montoro, para, en connivencia con la entidad bancaria de turno, difuminar sus identidades de altísimos vuelos y el montante del dinero.

Yo, al ministro de Hacienda le rogaría que, después de que los evasores hayan identificado el origen de ese dinero; una vez regularizado y hecho efectivo el ingreso en el Tesoro, del pago establecido, fueran publicados, en todos los medios de difusión, los nombres; profesiones y cargos políticos de todos los evasores y el origen de los euros evadidos, para que sirviera de escarmiento. Pero eso no lo verán nuestros ojos. Hoy por ti, mañana por mí o, hoy por ti y por mí y, mañana… por los dos.

Mi camarada del otro lado del charco, Marcos, cuando me manda un comentario, que no se prodiga en demasía, se despide con un ¡Arriba España! que me sabe a Gloria Bendita, y yo, jamás le he devuelto esas bellas palabras que contienen tan bello significado. Hoy, sí; hoy, apreciado Marcos, para ti, en ese pequeño pueblo cerca de Buenos Aires (que serían mejores aires sin la viuda del “pingüino”) y para todos los que sean capaces de entender y disfrutar esa emoción, me despido con un fuerte y vibrante ¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!

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