lunes, 12 de noviembre de 2012

CACEROLADA.

Cacerolada en Argentina en deshonor de la señora Kirchner. En todas partes cuecen habas. La excelentísima señora doña Cristina Kirchner, Presidenta de la Nación Argentina; jefa de su Gobierno, responsable de la administración general del país y comandanta en jefa de las Fuerzas Armadas Argentinas. Nunca, en la larga historia del Mundo, ha ocurrido que alguien tan inútil haya ostentado tantos cargos y de tanta responsabilidad. Argentina kirchneriana ¡Qué lástima de país! No creo que haya habido jamás una nación en la que sus nacionales se empecinasen tanto en su desgracia. Y uno, que tanto cariño siente por el país que tanto nos ayudó, no me cansaré jamás de repetirlo, se pregunta y pregunta a quien pudiera tener la debida respuesta que ¿cuánto han de sufrir los argentinos, antes de verse liberados de personaje tan nefasto? A falta de respuesta más halagüeña, se me ocurre pensar que muchísimo, si los argentinos siguen mostrando tanta apatía; tanta abulia; tanta...

Ya, desde el 25 de mayo de 2003, con la llegada de Néstor “El pingüino” Kirchner, la caída en picado de la que en tiempos fue la economía más fuerte de Hispanoamérica no ha variado, con la obligada sustitución, por muerte, muy grave, por su esposa Cristina Fernández, y, si lo ha hecho, ha sido para alcanzar mayor velocidad, hasta el desastre final, que si Dios no obra un milagro, está a la vuelta de la primera esquina.

La peculiaridad más acusada de estos desvergonzados humanoides es su polaridad: inútiles para lo positivo y tremendamente útiles para lo negativo; inútiles para lo que afecta a la generalidad y, tremendamente útiles para sus intereses; capaces de transformar un hermoso país, Argentina, en un reseco desierto y de transformar su reseco pago, con el dinero de los demás, en un jardín que epataría a los mismísimos jardines colgantes de Babilonia.

Nosotros, los españoles, también tuvimos que soportar, por 8 años, a Zapatero, un individuo del mismo estilo que los Kirchner, gente que tiene cara de gilí y que te dejan, para toda la vida, la duda de si son unos canallas o solamente lo parecen.

Algunos países tienen flaca la memoria y, por lo que desde la lejanía percibo, Argentina, es uno de estos países. Han pasado muchos años de la muerte de doña Eva Duarte de Perón, el más valioso estandarte del peronismo. “El deceso de Evita se produjo un sábado de frío y llovizna. Esa misma noche, la ciudad de Buenos Aires apagó sus luces”. Luces que aun no ha habido nadie capaz de encender. Según me cuenta un buen amigo argentino, de Santa Fe, “hayá” todos son peronistas, cuando lo que deberían querer ser es “evitistas”. Hay quienes creen que Evita no es el peronismo, “filosofía política”, y son más los que han llegado a creer que sin ella; sin su influencia, el peronismo, no sería más que una anécdota, como otras muchas que pasan dejando, a lo sumo, un pequeño rastro; agradable para unos y desagradables para otros.

Los admiradores de la viuda Kirchner, siempre tratan de buscar un paralelismo con el mito positivo que en vida fue Eva Duarte; no insistan, ella jamás habría participado en el estado de corrupción en el que se ha convertido el día a día de la oficialidad argentina. Si ocurriera el milagro de su aparición en la política argentina, parecería una hermosa rosa, brotando de entre estiércol; sería el sonido del violín, triunfando sobre el sonido de un rebuzno; sería… Evita, la antítesis positiva respecto a Cristina.

“Pero nosotros somos el pueblo y yo sé que estando el pueblo alerta somos invencibles porque somos la patria misma”. (1º de Mayo de 1952 - Discurso de Evita)

“Yo no valgo por lo que hice, yo no valgo por lo que he renunciado; yo no valgo ni por lo que soy ni por lo que tengo. Yo tengo una sola cosa que vale, la tengo en mi corazón, me quema en el alma, me duele en mi carne y arde en mis nervios. Es el amor por este pueblo”. (Discurso de Evita. 17 de octubre de 19519)

“Evita, porque esas razones persisten, están presentes como leyenda, como mito, como experiencia, como razones del corazón -si se quiere-”.

Querido amigo marcos, si tu eres de los que van a las caceroladas, da unos fuertes golpes en la cacerola por mi. Un fuerte abrazo.

1 comentario:

marcos dijo...

Gracias amigo por recordarme.como ves sigo fiel a tu blog.lamentablemente,yo vivo en un pueblo del interior de la provincia de Buenos Aires ,y aquí se manifestó poca gente.De todos modos en cualquier manifestación que se oponga a esta banda narco marxista que nos gobierna(o que tiene el poder) allí estaré.y conmigo,estarán todos los camaradas patriotas españoles.un fuerte abrazo y como siempre ARRIBA ESPAÑA !!!