viernes, 27 de julio de 2012

LOS CULPABLES FUERON LOS ATENIENSES.

En los comienzos de la Democracia, se cree que los culpables fueron los atenienses, se pensó que iba a ser el mejor sistema de gobierno, porque sería capaz de crear una sociedad sin grandes diferencias económicas entre las distintas clases; estas nacidas por el desempeño de las distintas profesiones; así fueran intelectuales, artesanos o trabajadores de las distintas profesiones manuales.

¡Mecachis sea en lá! Esa gente, si viviera ahora, tendría menos porvenir en la Futurología que la bruja Lola. La Democracia, los países que disfrutan de su calor, son, sin la menor duda los lugares de la Tierra donde la desigualdad se hace más patente. Aquí mismo, en España, si nos entretenemos en hacer un pequeño estudio, pequeño porque no hay tantos, veríamos que las grandes fortunas, son tan grandes que ni ellos mismos son capaces de contestar con un pleno, la cantidad de euros, que uno tras otro, conforman su fortuna. Al otro lado ¿Cuántos españoles se levantan cada mañana, sabe Dios de que clase de yacija, con la incertidumbre de conseguir un mendrugo de pan con que saciar el hambre propia y el de su familia? ¿Cuántos lo conseguirán?

La Democracia, esta que conozco y que diariamente me fustiga desde su purulento brote, no ha hecho otra cosa que separar las líneas en las que como las de un pentagrama, estaba bien alineadas, costó tres años de guerra y veintiuno de sacrificio, las distintas clases sociales, y que como las notas musicales, al no estar atornilladas, era posible saltar desde la más baja del pentagrama, a la más alta de las cinco líneas (ahora me pongo cursi), llegando a crear un sonido suave y melodioso, de casi perfecta medida.

Está claro que la Democracia Inorgánica, este bodrio, ha creado una desigualdad tan mayúscula que, solamente viendo la distancia de lo que gana don Emilio Botín, no sus empresas, sino lo que usa para sus cotidianas necesidades y lo que cobra todos los meses la señora que limpia su despacho.

Atenas, nadie lo discute, fue la espita de donde brotó el gran caudal que transformó el Mundo, cubriéndole con el manto de la intelectualidad y la sabiduría. Atenas creó el pensamiento político (no se si para bien), el teatro, la arquitectura, la filosofía, las artes, la ciencia. Fue la cuna de la Humanidad como reconocimiento de los valores de la persona (vuelvo a ponerme cursi), fue la lámpara que alumbró al Mundo, y hoy, después de miles de años, como las pilas Duracel, su luz aún le sigue alumbrando. Una lástima que inventara la Democracia. Ese fallo, descalifica todo cuanto de bien hizo por la especie y, aunque pueda parecer que me paso de duro por ello, me alegro que la hayan intervenido. La intervención no es suficiente castigo por haber sido, aunque a distancia de siglos, la culpable de que tengamos que sufrir a esta prole de pelaos de bolsillos profundos, hasta que se vayan con ellos bien llenos.

El presidente de la Junta de Andalucía, el señor Griñán, tiene el descaro de pedir 5.000 millones de euros al gobierno central ¿Se puede tener más duro el rostro? Lo mismo es que aún no ha terminada con la lotería de los ERES.

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Ya solo me quedan cuatro días para poner mi tripita al sol, después de mojarme el culete en el mar. Este año; el que viene Dios dirá.

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