martes, 24 de enero de 2012

LA REVOLUCION PENDIENTE.


La Revolución Pendiente. Eso es lo que está pidiendo a voces España y prácticamente la mayoría de los españoles. Este sistema, la Democracia, con sus autonomías, es un despropósito –iba a escribir una mierda-, de la que come la clase política, la monarquía, y el gran capital. ¿Hasta cuando? De seguir de esta forma, hasta que en España no quede ninguna empresa capaz de generar ¿riqueza? Que esas tres “figuras” se puedan repartir.

No nos sirven. La monarquía española, que es quien nos importa, no crea valor añadido que justifique su existencia; los políticos españoles son como las mesnadas de Alí Babá, entran en nuestros bolsillos y arramblan hasta con la pelusilla; el “Gran Capital” como los buitres, se lleva los restos –euros- que han dejado los anteriores, en compensación por la subvención que hacen a los partidos políticos a través de sus bancos y empresas. Hay que cambiar el tablero. Este juego, sin fichas, no lo podemos jugar, y menos, ganar. Hay que acabar de una puñetera vez con los que entre bambalinas mueven los hilos del guiñol. ¿Cómo? A lo Egipto o Libia si no hubiera otro modo.

Ya, ni aquellos que dieron palmas con las orejas a la llegada de la Democracia, están contentos con su desarrollo. Muchos de aquellos palmeros, han dejado de dar palmas. El descontento se va generalizando en horizontal, en vertical y en diagonal. A partir de esa línea que deja a unos pocos arriba, en escala descendente, estamos los preocupados, los enfadados, los cabreados, los jodidos y, en el último escalón de la trágica escalinata, los que ya no les queda fuerza ni para levantar la mano, por que se cuente su presencia.

No nos sirve esta monarquía porque no hace valer su estatus de Jefe del Estado; la actuación de quienes gobiernan las provincias catalanas y vascas, es secesionista, lo que conforma un delito de Lesa Patria. Articulo 8 de nuestra Constitución. Las Fuerzas Armadas constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, DEFENDER SU INTEGRIDAD TERRITORIAL y el ordenamiento constitucional. Y, el Rey de España es el Comandante en Jefe de los Ejércitos de España.

No nos sirven los partidos políticos porque -aceptando como animal de compañía a la Democracia-, “Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”- que no lo son-, como indica la Constitución que ellos crearon, para incumplirla sistemáticamente, para irla acomodando a sus apetencias.

No nos sirve la Democracia porque con ella han venido, como los cancerberos de la Empresa y los Trabajadores –Sindicatos y Patronal-, que lejos de defender los derechos legítimos de los que deberían ser sus representados, que en buena lógica son los de todos los españoles, defienden únicamente sus propios intereses; su bicoca; su ganga.

Viendo la pobre parva en que han convertido a mí Patria, del Cantábrico al Estrecho de Gibraltar y del Mediterráneo a la frontera con Portugal, no hay más remedio que la Revolución Pendiente.

José Antonio que estás en los cielos…

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