viernes, 4 de noviembre de 2011

Como la tramoya de un teatro de provincias.

El señor José Antonio Durán y Lérida, nacionalista catalán nacido en Huesca, miente cuando asegura que “cuando CIU ha podido participar en la política nacional –algo está buscando-, a España le ha ido mejor”. Repito, este nacionalista de tierra ajena, miente como un bellaco sin importarle que los demás estemos al cabo de la calle de sus mentiras.

Cuando CIU ha participado en “la política nacional”, casi siempre a hurtadillas, ha sido para saquear las arcas del Estado; nunca han hecho nada por amor a la patria española, sino para sus bastardos intereses, no como partido regionalista español, sino como partido separatista. Ustedes, señor Duran y  -con y griega no con i de imbécil- Lérida, cuando la coyuntura les ha sido favorable, han actuado de forma filo chantajista, o, más bien auténticamente chantajista. Así lograron el fallo favorable del Tribunal Constitucional respecto al estatuto de autonomía –acudieron a votar  un 48% del censo; un 20,57 votaron no- además de dinero ¡mucho dinero! por venderse, como putas del Paralelo, apoyando al zombi Zapatero, sin ir más lejos, en los últimos Presupuestos Generales del Estado.

Señor don José Antonio –ese nombre le viene grande- Duran y –con y griega, no con i de imbécil- Lérida, cuando le veo en la pantalla de la televisión, siempre me viene al recuerdo la letra de un hermosa jota aragonesa: “el que al grito de ¡Viva España! no responde, si es hombre no es español, y si es español, no es hombre”.

El señor Durán, nacionalista de tierra ajena, ahora se duele porque en Cataluña nacen más Mohamed que Jordi o José. Ustedes, con el horrible Jorge Pujol -¿es honorable u horrible?- abrieron las puertas de Cataluña a los magrebíes, pensando que ese tipo de inmigración, para integrarse tendría que hablar catalán, una estúpida manera de proteger el idioma, y las cerraron a los hispanos porque estos venían con el hermoso idioma nacional, el español, muy bien aprendido, lo que consideraron intolerable, ya que para entenderse no tenían necesidad de aprender el catalán. En el pecado llevan la penitencia, dentro de pocas décadas les veremos a ustedes, paletos de CIU, comiendo dátiles de Basora regados con leche de camella y paseando por las Ramblas con chilaba, cubriéndose la cabeza con un Fez y en babuchas.

El muy asqueroso afirma que “la España de los últimos años hace difícil que me pueda sentir español”. Pero… ¡Que pasa! ¿Tenemos que estar apenados el resto de los españoles porque este imbécil no se sienta español? Ser español, para usted y para los que siguen la doctrina separatista que ustedes practican, en un traje demasiado bueno; hace bien, señor Durán, no sea usted español, no nos cuelgue el baldón de ser español como nosotros; siga usted siendo una cosa rara, calvo y con gafas, procedente de una rara nacionalidad, como Sancho Panza y su Ínsula Barataria.

El señor Durán y Lérida, es como Raimon Pulidor, un segundón que jamás ganará nada que merezca la pena y, así pasará a la Historia, como un “fachón” tan falso y huero como la tramoya de un teatro de provincias.

1 comentario:

Rafa España dijo...

Lo peor de todo, estimado Eloy, es que es uno de los "políticos" !? mejor valorados por la opinión pública. Mucha gente tiene de él la imagen de "hombre de Estado". ¿No será un hombre EN ESTADO?, porque siempre va soltando paridas como la que has apuntado. Esa de "cuando CIU ha podido participar en la política nacional a España le ha ido mejor".
¡Ya!. Este payaso ha encontrado en el congreso de los diputados su circo particular donde actuar, y todos aplauden su numerito sin gracia.
Un saludo.