viernes, 7 de enero de 2011

NO SON TAN MAGOS.

¡Los reyes magos no existen o no son tan magos como se dice! Y espero que nadie me corrija.
¿Por qué pongo en duda esta tradición bi-milenaria? Sencilla se me pone la respuesta: este servidor lleva siete años pidiendo a “los reyes magos” que se lleven para Oriente al presidente Rodríguez y sus intelectualmente incompetentes marionetas socialistas, y no me han dado esa alegría, a pesar, si existieran deberían de saberlo, por magos, que me haría, mejor dicho, nos daría a la mayoría de los españoles, el mejor de los regalos. Esperaré, que junto al premio gordo de la lotería de Navidad o la del niño, me lo conceda el año próximo.
La visita que el señor Li Keqiang a nuestra patria de la que “el Memo monclovita” esperaba, además de la “foto” para la colección, que la amarilla mano, del impolutamente vestido y calzado comunista, le prometiera una buena cantidad de millones de euros, invertidos en nuestra moribunda industria, que le valiera para transformar el fracaso en triunfo, de cara a su electorado ovejuno, de su desastrosa gestión de la crisis.
Pero el chino, que no es tonto, tendrá un informe detallado de la industria española (refrendado por los chinos de “todo a cien” y por los de los restaurantes) y, parece ser que ha decidido soltar únicamente los 5.550 prometidos desde el mes de octubre pasado. Eso sí, le ha asegurado al “Memo monclovita”, que seguirá comprando deuda española.
Yo, si se me sacan del T.B.O, y me hablan de otra materia, me pierdo. Pero, en mí escasito entendimiento llego a entender que si China, República Democrática (tiene gracia la denominación), tiene comprada, posiblemente la mayor parte de la deuda europea, y en su banco nacional hay casi más dólares que en el Banco de la Reserva Federal USA; prácticamente todo el mundo desarrollado, incluyendo los Estados Unidos, nos vamos a ver obligados a trabajar para los chinos, hasta que se nos pongan los ojos oblicuos y los pelos lacios como ellos ¿nos veremos obligados los españoles, los demás no me importan, a trabajar en estrechos cuchitriles hacinados como las sardinas en lata, hasta que satisfagamos la deuda?. Dios, con menos motivos, rescató a los judíos de la esclavitud.
Aquí, a esta lamentable situación hemos llegado por “culpa” del Caudillo. Nunca debió, con los antecedentes familiares, dejar a un Borbón la responsabilidad de la Jefatura del Estado. España se merecía a alguien que la supiera defender en todo momento, de todos, incluyendo los españoles. De los que lo son, y de los que siendo, no lo quieren ser.
Ser Jefe del Estado es más que regatear en la bahía de Palma, esquiar en Baqueira y hacer de recadero de unos políticos indecentes.

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