Hay que poner total empeño en la noble causa de salvar a la bella dama, pero para ello es muy conveniente saber si es que ella quiere ser salvada, o prefiere seguir siendo vejada y violada por su opresor. En cualesquiera de los dos supuestos, para evitar caer en ridículo, es menester distinguir si los gritos que se oyen son por el daño que sufre, o es el canto indisimulable que caracteriza el alcance del éxtasis en su máxima representación del placer.
Los once escaños de VOX -en el Parlamento de la Generalidad- es muy escaso armamento -los malos son muchos-, y por lo que se ha visto el pasado domingo, tampoco parece haber hecho mella su atractivo y buenas intenciones en las apetencias de la dama, pues seguimos con los mismos once escaños que se consiguieron, aun hay valientes en Cataluña, en las anteriores “justas” electorales.
Eso es lo que VOX debería tener en cuenta, pues no solo ocurre en Cataluña. La abstención el pasado domingo obtuvo el nada desdeñable dato del 42,1%, que también la abstención en las pasadas elecciones en las Vascongadas, alcanzo el 38%, a pesar de lo que “aprietan” los asesinos de ETA, ahora enfundados en maloliente piel de cordero.
Agresiones e insultos a militantes de VOX, estorbando cuanto pueden y agrediendo con cuanto les viene en gana, para que no puedan intervenir en la campaña electoral. Insultos y descalificaciones en todos los medios de desinformación del país de militantes de ese partido, por asquerosos personajes que ni a las suelas les llegan, pero que tienen el “medio”.
Respetados señores y señoras de VOX ¿ustedes creen que merece la pena exponerse tan peligrosamente?
Entre la abstención, los votos nulos y los votos en blanco, mas del 50% de los catalanes, sin tomarse la menor molestia han dejado nítido, perfectamente visible, que no se merecen su sangre vertida ni sus esfuerzos.
Eloy R. Mirayo.
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