martes, 9 de marzo de 2021

HASTA LOS CEREBROS TIERNOS DE LOS ESCOLARES CREEN QUE LES PERTENECEN.

 Tienen el valor personal de una mierda en un solar y sin embargo se manifiestan como amos absolutos del Tiempo y el Espacio.

Lo peor es que no parezca que haya nadie dispuesto a tirar las "alambreras" con que han cercado sus propiedades, salvo algún que otro atisbo que normalmente suelen salir de "la rebelde" autonomía madrileña.

Tan suyo piensan que es todo que hasta los cerebros tiernos de los escolares creen que les pertenecen -ha calado la estúpida creencia de la señora Celaá; cosas de la edad- y que cada vez que se les venga en gana, pueden ir a los colegios e institutos, a darles una vuelta en la sartén de su vetusto sectarismo.

Hace falta no tener capacidad en todo su físico, donde albergar ni siquiera una tenue brizna de vergüenza. 

No hay más que escuchar a la portavoza socialista en el Congreso de los Diputados, la señora Lastra, disertar respecto al veto que la Consejería de Educación de Madrid (fino olfato el de la señora Ayuso), le colocó a la fémina que su compañero sentimental -¡sabe Dios como lo consiguió!-, ha colocado de ministra de Igualdad:  "Cuando niegan -dijo la portavoza con su característica  brillantez- la posibilidad de que "mujeres importantes" nos reunamos con niños o (se le olvidó aquello de "y niñas"), adolescentes (otra equivocación obviando "y adolescentas" ¡ay esa memoria!), eso es veto y censura. Es machismo". 

Si yo fuera una persona ineducada y por lo tanto, mal hablada y "taco hablante", diría que todo eso que soltó esa señora es una gilipollez; pero como soy una persona educadisssima, bien hablante y los tacos solo los uso para jugar al billar,  solamente diré que esa disertación en lugar tan importante, no se le podría ocurrir a nadie con un funcionamiento cerebral sano, lógico y equilibrado.

Verá usted, señora Lastra; la importancia de las personas es como la calidad de un buen coñac, el continente de cristal no es lo importante, sino el riquísimo líquido que contiene. Y en cuanto a la "importancia" que fuera a tener la visita la señora Montero a ese instituto, dependería de lo que le hubieran escrito en los papeles que pensara llevar en la mochila que, según las trazas, no nos quieran engañar, las conocemos todo los españoles. 

La señora Montero, desde su llegada a ese ministerio, ha dejado claro que la capacidad cerebral parece no darle para más que para una sola idea que es la que alguien le ha debido inocular. Salir a la calle a "tocarnos los cuerpos" contra las de su mismo nivel cultural y, ella junto con las otras, tocarnos indiscriminadamente los... ¡Riñones! a las madrileñas y a los madrileños.

Han vetado a la ministra Montero visitar un colegio en un barrio obrero de Madrid, mientras que no hubo veto al señor Ortega-Smith, en su sabatina visita a las instalaciones deportivas del Instituto Ramiro de Maeztu.

Son tan malignamente bestias que no son capaces de diferenciar la visita de Ortega-Smith a unas instalaciones deportivas, las del famoso "Magariños", dañadas por la nieve que la borrasca "Filomena" dejó caer sobre Madrid, en día no lectivo, 

de la visita de una ultra activista feminista de la ultra izquierda a un instituto, en día lectivo,  para adoctrinar a inocentes criaturas, en el Día de la Mujer, sobre la indefensión de las mujeres ante la violencia y maldad de los hombres, todos incapaces de respetar el "no, es no", y hasta llegar al crimen, si no llegan a colmar sus deseos. 

Eloy R. Mirayo 



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