Ese es el problema; en este país, en el que "todo" marcha de maravilla,
(Arcadia feliz) no existe más problema que el que plantea la trupe del Puigmamont.
La sonriente cara de los españoles, españolas, españolitos y españolitas,
refleja la felicidad, porque ha dejado de ser problema el paro que hería a una cantidad muy importante de personas (porque los parados siempre son personas); se ha recuperado a la
perseguida clase media, reponiéndole, modernizado, su antiguo estatus económico y social;
el comercio medio y pequeño, a pesar de la protección privilegiada que reciben de las instituciones las grandes extensiones comerciales, ha florecido gracias a (¿qué? No lo sé) la nueva situación económica alcanzada, por la firme acción de la política del sistema, vigoroso y fresco
como rosas abrileñas; la Industria, con inteligencia y tenacidad, cual ave fénix,
vuelve a recuperar su antigua prestancia, llenando las vacías naves de los hasta hace poco tiempo ruinosos polígonos industriales, espolvoreados por casi todo el terreno nacional, no edificado; la juventud, sin miedo a no encontrar un trabajo decente y bien remunerado,
es feliz como una perdiz, pues ya no tiene dificultad para independizarse, vivienda asequible, o para comenzar una vida familiar propia, junto a su pareja,
y los hijos aportados por cada uno de ellos. En cuanto a los jubilados; gracias a la suculenta subida con que el Gobierno de la Nación, anualmente compensa el deterioro sufrido por la subida del Coste de la Vida, no es que no nos podamos quejar, sino que deberíamos estar dando palmas con las orejas y,
arrodillados ante una imagen de la Virgen, dar las gracias tres veces al día !Hip, Hip, hurra! (Tres veces, tres) a la señora ministra de Empleo y Seguridad Social que, gracias al 0,25% que se nos sube, con puntualidad docemesina, bien administrados -sin subirse al vicio fácil- podemos comprar todos los meses varias acciones de las empresas de los fluidos eléctricos.
Es falso lo que mucha gente -ignorantes ellos- cree, de que el gobierno en su mayúscula totalidad, es tan corto que solamente tiene espacio intelectual en su cráneo mas que para plantar cara a la manada de hijos de puta que se ha venido haciendo crecer en Cataluña, amamantada por el sistema actual y la mayoría de los medios de información y sus lacayos, no todos salidos de la Facultad de Ciencias de la Información.
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Por sus obras los conoceréis.
Eloy R. Mirayo.
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