Hace un porrón de años, por Madrid y por otras capitales de provincia circulaban unos artilugios de transporte de viajeros, movidos por electricidad, llamados tranvías, que circulaban por vías como los trenes. Esos vehículos tenían como tripulación un conductor, y un cobrador; pues bien: cuando en el tranvía montaba un carterista el conductor o el cobrador daba la alarma a los viajeros al grito de "Agarrarse que vienen curvas", y los viajeros se agarraban la cartera con todas sus fuerzas.
Esta tarde en la bonita ciudad castellana que es Valladolid, se comienza a celebrar la Convención General del PP. Seguro que habrá quien se pregunte donde esta la punta del hilo que une a los carteristas del tranvía, con la reunión de los jerarcas del PP; y yo les digo que nada; que no existe hilo conductor que les una pero, sí es verdad que cuando me he enterado del conclave "pepero," me he sorprendido a mi mismo gritando ¡Agarrarse que vienen curvas!.
Queridos camaradas y amigos, aquí, sentado ante la pantalla de mi ordenador, tenéis a un individuo sumido en un dilema que no se de que manera resolver ¿Me ayudaríais?
La cosa, al menos para mi, se presenta dificultosa porque es muy escasa la diferencia que separa una posibilidad de la otra. Y lo peor del asunto es que por su trascendencia, que implica a España en el concierto europeo, he de hilar muy fino en la elección que llegue a escoger. Lo reconozco; no se a quien elegir. En vuestro caso, ¿a quien pillaríais? ¿A la bella o a la bes...?
Actuaré siguiendo vuestro sabio consejo, aunque os confesaré que me inclino por la de verde; y la verdad es que no me lo explico. ¡Son tan parecidos sus perfiles!
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