martes, 21 de octubre de 2025

¡TODOS TIENEN RAZÓN!


¡Qué desvergüenza! Es en puro castellano. ¡Qué desvergonyiment! Es en catalán. ¡Qué desvergoña! Es en gallego. ¡Qué lotsagabekeria! Es en vascuence. ¡Acho, que bochorno! Es en panocho, por si hay alguien que no lo sepa, les informo que es “humilde” idioma murciano -uno de tantos dialectos que se hablan en España- tan español como los que he puesto por delante, son la mejor manera de entenderse, aunque haya quienes echándose pedos en la cultura lo usan como herramientas de guerra fratricida.

Francisco de Quevedo, castellano, Josep Pla, catalán, Rosalía de Castro, gallega, Pedro Aguerre Azpelicueta, vasco y… del murciano yo respondo. Somos gente muy sencilla entre tanto talento ¡qué le vamos a hacer!

Es la lamentación acusadora que últimamente más se utiliza, como fuego cruzado, los unos contra los otros desde los estrados y escaños del Congreso y del Senado, en las sedes autonómicas y en los ayuntamientos. 


Lo chusco es que mientras VOX les observa, los demás, unos a los otros, se lanzan a la cara la acusación -cada quien en su lengua- de desvergonzado y… ¡todos tienen razón para decirlo!

Oiga; y cómo suena en bocas de los miembros del equipo gubernamental –qué cinismo- y también en las refinadas bocas de los diputados y senadores del PP -qué cinismo- y de los bocachancla de la totalidad del resto de partidos, excusando a VOX -qué cinismo, como si supieran que es “aquello” (lo mismo es que creen que desvergonzado es otra forma de decir hijoputa, como aquel me gusta la fruta de la señora Ayuso) como si de verdad entendieran la extraordinaria amplitud, casi divina -Señor, te pido perdón- de su reprobatorio alcance en cuanto a la defensa de la Decencia, de la Ética y de la Estética.


Un desvergonzado es alguien al que se debe “cancelar” a la velocidad del rayo.

Eloy R. Mirayo.


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