Enciendo el ordenador; abro el bloc e intento, durante unos cuantos minutos, llegar a enterarme de qué es de lo que me quiere hablar hoy el folio en blanco que tengo ante los ojos.
No caben sorpresas, las conversaciones, las pocas racionales que se pueden mantener -¡lo difícil que resulta encontrar con quien!-, han de ser sobre algo que no suscite discusión: la humedad del agua, como uno de los pocos ejemplos si es que te interesa conservar el amor familiar, o la buena amistad.
- Pero ¿A dónde vas, muchacho? Deja que te diga…
- Si es que has empezado con un mal royo, tío.
El asunto es que comience como comience la conversación, tras un mínimo cambio de cómo va la salud -como si la salud del otro tuviera algún interés- el tema político siempre gana el centro de la pista.
- ¿Te has enterado?
- ¿Deee queee? –pregunta cargada de insalvables temores.
- De la nueva propuesta de la vicepresidenta…
- ¿Cuuuaaal, Cuuuaaal viiiceee prepre siiidenta tataaa?
- La Yolanda Díaz… Pero ¿Qué te pasa? Si estas temblando.
- ¡Me lo estaba temieeendo! ¡Si el problema de España es que no se edifican tonticomios donde ingresar a tanto gilipollas! ¿Qué nueva gilipollez se le ha ocurrido a esta portenta? ¡Venga! Diii.
-Lo de hoy es… como si este gobierno, con esta nueva propuesta, buscase solidarizarse -¡el voto, coño, el voto!- con los trabajadores -ellos y ellas ¡ joder!- que sufran la defunción de alguno de sus más cercanos familiares: padre, madre, hijo y hermanos, digo yo. Concediendo diez días “de luto”, sin ir al tajo, pagados por la empresa.
- Pero es que esto es inaudito: cuatro meses de atención al bebé y si tiene la “suerte” de que se le mueran un par de hermanos y el padre dentro del mismo año… cuando se incorpore será un absoluto desconocido. Tío; esto es inaudito.
- ¿Inaudito? ¿aquí en España, inaudito? Mira chaval; inaudito es que un “palanganero” de prostíbulo gay llegue a presidente. Eso si que es muy ¡INAUDITO! Pero, ahí está.
Eloy R. Mirayo.
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