martes, 27 de abril de 2021

ASÍ, CUALQUIERA.

 ...Y dirán que es cosa de un imbécil; un desbarajustado psíquico; uno de tantos antifascistas que, como si fuera un socialista, un comunista, o un ajuntao podemita, el que mandó un sobre con una navaja con pintura roja, simulando sangre, a la ministra de Industria, cundo lo cierto; lo que parece acercarse a la realidad; lo más verosímil; o lo que los malpensados pudieran llegar a creer -yo no ¡qué va!- es, que alguien acabará comprando al "chivo expiatorio" a muy buen precio, algo que se le da de maravilla a este bifásico gobierno, como lo demuestra, si se mira con detalle a todo lo que se ha comprado con nuestro dinero, para llegar a gobernar, y para mantenerse en ello. 

Lo que parece ser que al presidente le tiene la mar y el buen tiempo de contento y orgulloso; aunque sea, como es, lo del memo que se siente satisfecho venciendo en un solitario -con las cartas de la baraja- habiendo cometido infinidad de trampas. 

Parece raro que la ultraderecha no haya sido señalada en este caso de ¡terrorismo! Resulta desconcertante que siendo VOX, para el resto de partidos, el motor que pone en marcha todo de cuanto malo ocurre en España, no se les haya señalado como autores. 

 "Los rojos no hacen una putada al aire -se dice, una puntada, le corrijo- aquí no es aplicable la puntada, sino la putada, como diariamente se nos vine haciendo, estando el rojerío metido en esta clase de temas. Verás, mi apreciado Eloy, si algún repulsivo rojo hubiera cometido el impensable fallo de acusar a VOX de haber montado lo del "sobre sorpresa" a la ministra Industria, eso podría llegar a convertirse en un delito que, recorriendo el normal camino judicial, podría acarrearle graves consecuencias. Y los rojos, mi estimado camarada, son maestros en tirar la piedra y esconder la mano.

Ah, claro -mi cabeza, como la del perrito que algunos llevan pegado a la luna trasera de su automóvil-  se mueva lentamente afirmativa, viendo con nitidez, por el encendido de luz científica con que me ilumina  mi camarada Prisciliano, que ejerce de abogado penalista.

Todos sabemos la inutilidad de este gobierno; por ello, nada esperamos de él, en sentido positivo, aparte de la certificación, aun así engañosa, de las personas que desgraciadamente dan positivo en la infección del jodido virus. Pero, mía tu po onde, nadie contaba con el concurso de él: como rayo que cruza el Espacio...


 ¡¡¡Supermarlaskaman En acción!!! Tomando autoritariamente el seguimiento de las pesquisas, lupa en mano, va y se entrega a la causa: ¿Es este el sobre en el que llegó la terrible amenaza? -pregunta con voz firme Supermarlaskaman- Dio la vuelta al sobre y... ¡zas! Aquello que nadie había sido capaz de descubrir, él, Supermarlaskaman, con su superpoder visual, descubre en el reverso del sobre escrito a bolígrafo, puño y letra, el nombre, los apellidos, la dirección, el código postal y, en la apoteosis del exitoso descubrimiento, hasta la ciudad donde reside el execrable amenazador de ministras, de gran incapacidad, en el reverso del sobre, en el que viajó el mortífero instrumento inciso cortante: la navaja albaceteña de varios muelles: ¡tra, traca, traca tra! Tétrico sonido que hiela la sangre a cualquiera, por muy bragado que se sea.

A cualquiera que no sea... ¡¡¡Supermarlaskaman!!!

¡Nos ha jodio! Así, cualquiera.

Eloy R. Mirayo.




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