martes, 2 de febrero de 2021

BUSCAR LAS VIRTUDES, Y NO LOS DEFECTOS.

 A pesar de la escasa atención que pongo a lo poco que escucho a través de los medios de información, estoy, como la gran mayoría de los españoles, hasta los mismísimos cojoncillos -¿qué queréis? es como van quedando con los años- del falsario discurso que emiten a diario la casi totalidad de las emisoras de radio nacionales, provenientes de las profundas gargantas -¡no veas lo que tragan!- de la  actual chusma de cualquier forma oficializada: sarta de utópicas gilipolleces, demagógicas propuestas  (nacionalizar las empresas farmacéuticas, dice con toda su ignorancia por delante el marqués de Galapagar) y mentiras de gran tamaño (las defunciones, y todo lo que gira alrededor del Covid-19), al mismo tanto por ciento, lo más lamentable es que en la gran mayoría de esos medios se les da un trato, vaselina de la fina, que no se lo darían a ninguno de los versículos de la Biblia.

En la misma situación de hartazgo testicular me veo por culpa de lo poco que leo, prácticamente lo mismo, en la casi totalidad de los periódicos de tirada nacional, porque son las mismas gilipolleces, las mismas propuestas demagógicas y las mismas enormes mentiras que se escuchan en la radio. Son tan cutres que se "fusilan" unos a otros las frescas noticias, presumiendo de exclusivistas. 

Coincidiendo con las dos anteriores formas de tener incómodamente acompañados mis maltratados cojoncillos, quien consigue que me encuentre así, en tan lamentable estado, es el malsano afectamiento psicológico que me provoca lo poco que veo, escucho y leo a través de las cada día más aburridas pantallas de las distintas empresas -no son tantas; solo los "amiguetes" del uno y del otro- de televisión nacionales y autonómicas que se pueden ver al encender el receptor. ¡Como es posible tanta mierda!.

A los medios de comunicación de este país, si tuviera un mínimo respeto por sus escuchas, por sus lectores y por sus telespectadores, se les tendría que caer la cara por el peso de la vergüenza viéndose obligados por cuatro pelagatos, interpretando el papelón que, por los cuatro euros y algo de calderilla les regalan por la propaganda institucional. Han caído tan bajo que ya ni siquiera les inquieta estar haciendo de monaguillos del Poder, dedicados a desempeñar -a algunos les sale perfecto- la infame misión de tratar de tenernos a los españoles, empleando su concurso profesional, maleables como muñecos de plastilina; sin movimiento, flácidos; confundidos; y sobre todo, acojonados por la infinidad de cosas que diariamente avisan pudieran caernos sobre la espalda, si no fuera por el protector paraguas que tiene abierto sobre nosotros el gobierno Fankenstein. 

Con esa receta, lo que pretenden esta más visto que "el chichi de la Loles":  reducirnos al estado de un gran rebaño de individuos desocializados sin posibilidad de reacción: mansos y pastueños como son los toros de lidia que acuden al engaño sin el menor temor. Así acabaremos todos porque hasta el temor se nos tratará de quitar, al tiempo que la Libertad y los demás derechos que como humanos se tienen reconocidos, aunque no todos debidamente respetados.

La necesaria lucha contra esas pretensiones gubernamentales que sufrimos todos, es necesario que se llegue a comprender por quienes de entre nosotros esten mejor preparados, que por ser imposible que cada uno  de nosotros, los españoles lucidos, si no es por Milagro Divino, no nos seria posible conseguir alcanzar el triunfo en su personal cruzada ante la barbarie sociocomunista. Es necesario ayudar a crear un importante conjunto con un núcleo inteligente y sólido capaz de doblegar a "esta bestia de varias cabezas" que tan mal nos las está haciendo pasar.

En estos momentos son mas de 50 de los nuestros (VOX) los que entran con voz en el Congreso de los Diputados. ¿Alguien duda sobre lo que ha de hacerse? ¡Apoyar con todas nuestras fuerzas! Apoyar con generosidad y, si los mimbres intelectuales adornan, ayudar a corregir los errores que, como toda obra humana, pudiera haber. Cada día se ven mas difuminados aquellos principios de !Dios, Patria y Justicia!.

De momento para asistir "al juego establecido" no queda otra que utilizar su marcada baraja (con lo bonita que son las de Heraclio Founier) que es la herramienta de los ventajistas con la que juegan en el Hemiciclo los "clásicos" y los arrimados de siete padres por conocer. Eso, vigilando sus mangas, es posible que se le encuentre el pie para jugar a un juego mas amable y decente utilizando las mejores herramientas posibles para hacer que resulte beneficioso para el total de los españoles.

Hay que cambiar el ADN que durante tantos años nos ha diversificado en el empeño y tratar de hallar en quienes nos acompañan en camino tan tortuoso sus virtudes y no sus hipotéticos defectos. 

Eloy R. Mirayo.







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