jueves, 12 de noviembre de 2020

TOZUDOS EN EL YERRO.

Me había hecho la idea de escribir sobre el vergonzoso tema de las mascarillas, el IVA y la desfachatez de este gobierno, mintiendo a bocanadas todas sus miembras y miembros, como si de sus bocas no pudiera salir otra cosa -que es posible-. Pero a última hora he desistido, viendo y escuchando el tremendo aluvión de opiniones que desde ayer han aparecido por los medios de comunicación, algunas muy acertadas, y no podían faltar la de los "trincadores" dando vaselina de la fina. 

Y, ante tanto material, sabiamente he decidido utilizar otros caminos por los que "sus espejos" me reflejen mas guapo y esbelto. Algo que resulta cada día más difícil, habiendo tantas y tan buenas plumas transitando por todos los caminos de la crítica política. Es lo que tiene esta gente; son tan insistentes y tozudos en el yerro, pensado y cometido a mala leche, como en el que impensadamente se les van cayendo por doquier, como a las encinas se les caen las bellotas (hay quien me cuenta que luego se las comen, para hacer buenos jamones... Los cerdos).

El constante yerro de esta gente es lo que está provocando que absolutamente todo vaya a la baja en esta España socio-comunista (esta mañana lo he comprobado al ir a hacer pis ¡absolutamente todo!), menos los sueldos del Gobierno y la deuda exterior que nos está ahogando a los españoles del momento actual, y a los que... Solo Dios lo sabe.

Esos 2,2 billones de euros, que equivale al 180% del PIB, no les debe parecer preocupante a esta troupe de "colocados" -por alguna clase de contra milagro satánico-, que tiran y tiran con la "pólvora del rey", como si no hubiera un mañana, elevando desproporcionadamente los gastos en los que han metido las cuentas del Estado.

Gastaos gilipollescos e injustificables como la subvención de 48.740,28 euros que se dan a la Federación Estatal de lesbianas Gays, Trans y Bisexuales y... ¡Joder! no me subvencionan a mi como presidente-fundador de la Federación de Hombres y mujeres heterosexuales... Quizás es que entre el abigarrado tronco que forma el Gobierno de España, en estos luctuosos momentos (cerca de 60.000 fallecidos por el Covid), proliferan -ya empiezo a comprender- los "federados y federadas". 

Yo pienso que debe ser así porque, precisamente hace un par de días, charlando en la calle Ramón de la Cruz con un amigo, se me quejó muy dolido del feo que le había hecho un amigo suyo, tildándolo de "mariconada" y, más adelante, insistiendo en el feo, lo enriqueció con el aumentativo de, ¡grandísima mariconada!. Tanto mi amigo como yo nos quedamos sorprendido y paralizados cuando un individuo muy enfadado nos llamó la atención (¡peor estábamos con Franco!), porque creyó que estábamos criticando a algún miembro del gobierno.

Pero no son estas escandalosas subvenciones -de las que hay cantidad y variedad- lo peor de lo que se está haciendo con los dineros de los españoles. Muy escandalizado hay quien asegura que, adelgazando los gastos propios del gobierno al nivel de países como Alemania, se podrían ahorrar alrededor de 54.000 millones de euro al año. Dinero que bien empleado podría hacer más asumibles los datos del paro.

Ya sabemos que a pesar de todo lo que se está hablando de él, este gobierno, presidente vices y ministros, a pesar de lo critico que está el asunto, están esforzándose en reducir el paro.

-¡Qué dices! ¿Acabando con el paro?-.

-Si; por lo que se está viendo están acabando con el paro entre sus amistades. Se amplía el número de ministerios; se duplica el número de subsecretarías; se elevan hasta el infinito el número de departamentos; o se contratan legiones de asesores.

-Pero eso es...-

-Chiss; calla...

-¿Lo hacen así porque son sus...?

-Pues ¿qué quieres que te diga? Quizás lo hagan para llenar el vacío; la soledad del Poder, que es muy fría, buscando el incentivador calor (como por los escenarios españoles lo fue buscando "el "Peret" con sus palmeros) 

para seguir su horroroso show suciopolítico que tienen montado y claro, necesitan a quienes les acompañen, "tururua, tururua", larali, laralá, dándoles animadoras palmas. Sin atender que para darles "unas cuantas palmas", como Dios manda -¿o no?- hay montones de voluntarios.

Para darle palos al paro, a unos les colocaron porque  fueron sus entrenadores en el deporte que practicaron en la juventud, aunque no posean la menor noción sobre nada que no sea ese deporte ("no te preocupes, "Tetu"; para eso están los asesores y cuando tengas que hablar, alguien te dará, como hacen conmigo, el guión que corresponda"); otros u otras -que también las hay- porque fueron quienes les enseñaron -con mucho trabajo; son de cintura rígida- a
bailar sevillanas, rumbas o tangos;  otros por haber estudiado juntos la carrera "el galgo"; alguno/a por haberles escrito el libro que dicen haber escrito; por haberles chanchulleado títulos académicos; por haber coincidido tomando copas; y otros, los menos allegados, simplemente para darles envidia, mostrando hasta donde han sido capaces de llegar reptando como los 
reptiles viperinos... y los otros; los que no son viperinos.

Eloy R. Mirayo.



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