miércoles, 9 de septiembre de 2020

HAY QUE CAMBIAR DE ESTRATEGIA.

Hay gente tan rara, que dice que las batallas se empiezan a ganar cuando se llega a la conclusión de que lo único interesante que se debe conocer del enemigo, son sus puntos débiles y, una vez conocidos, descartar el ataque en todo el frente, centrando el castigo solamente en esos puntos.

Yo, que tengo admitido desde hace muchos años mi rareza, pienso que eso es muy razonable. Y desde aquí, ojo avizor, camuflado en "mi Trinchera", ejerciendo mi rareza, he llegado a la conclusión de que todas las "fuerzas" que están enfrentadas a este gobierno socio comunista que está haciendo trizas la economía nacional, van a la batalla totalmente equivocados, y se están constantemente

estrellando sin lograr nada positivo volcando todo su esfuerzo atacante en el frente, sin haberse esforzado una mica en encontrar los puntos débiles de esa singular tropilla, que han de ser infinitos. Y lo peor es que de esa manera lo único que están consiguiendo es mostrar tozudamente las debilidades propias.

Hay veces que escuchando el discurso de la oposición en boca del PP, absolutamente transparente y previsible, siento vergüenza ajena. Ni al mismísimo rey Fernando VII se las pusieron mejor que como se las ponen al señor Sánchez, rey del embuste, el mayor partido de la oposición; que por supuesto, no duda un segundo en aprovecharse de eso de la manera más grosera, tratando de ridiculizar al interlocutor. 

Esta misma mañana mientras desayunaba, lo he podido comprobar en la respuesta -contestación traída preparada de casa-, que Pablo Casado ha recibido por parte de quien ejerce de Presidente del Gobierno. ¿Es muy listo el Presidente? Nada más lejos. Lo que ocurre es que el señor Casado, don Pablo, es tan transparente como un blanco cristal de Bohemia. Mostrando de lejos lo que lleva al otro lado; dejando claro que no conoce ni uno de los muchos puntos débiles del presidente ni del resto de su gobierno. 

El señor Sánchez así, tan feliz. Es como ponerse con la escopeta en las manos, a disparar contra el inmóvil pollito de una barraca de la verbena.

Contra el tahúr tramposo que esconde cartas hasta en el fondillo de sus calzoncillos no se debe jugar pero, si es que no se tiene más remedio que jugar, hay que hacerlo buscando la igualdad desactivando sus trucos. 

No vale decir: "No puedo... No puedo... No puedo..." (Como Chiquito de la Calzada); "por decencia me siento mejor ante mí mismo y ante los demás perdiendo con honor, antes que ganar utilizando tretas, aún siendo lícitas, contra el fullero". 

¡Gilipollez al canto! Lo que nunca debe hacerse, no siendo reo de la Justicia, es poner la cabeza sobre el tajo, a disposición del hacha del verdugo, esperando el buen juicio del verdugo para que no se la separe del tronco.

Hay una ciencia indispensable, conocida con el hermoso nombre de Investigación, que utilizándose dentro de la más estricta legalidad, sin echar mano de los miembros de la "cloacas", asegura universalmente, en la industria, la medicina, en la persecución de los delitos, etc., maravillosos resultados, muy beneficiosos para la humanidad, que podría usarse para el bien estrictamente nacional. Este país, caminando por la senda que han escogido socialistas, comunistas y separatistas, no tiene otro futuro que su desaparición. Hay que cambiar de estrategia ¡Ya!

Eloy R. Mirayo.





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