martes, 12 de noviembre de 2019

UN FRACASO EN TODA REGLA.

Lo que no deja de ser un error de principiante: "la pelota está en el tejado de Pedro Sánchez".

Seguro que el hecho de que su formación recuperase un poco del pulso que tiene perdido (22 escaños, creo) contribuyó a la pérdida de perspectiva, y solo ve en Sánchez, con quien personificar su pulso político. 

No; señor Casado, no es cierto que el señor Sánchez las pelotas las tuviera en su propio tejado, sino que esas pelotas donde están, y lo están en latente peligro para su integridad es, en el tejado del Partido Socialista, en la calle de Ferraz, lugar en donde han empezado a sonar los "taca, taca, tras" clásicos de la apertura de hojas de las temibles navajas cabriteras. Sonido significativamente igual al que animó al socialismo sensato, el día 2 de Octubre de 2016, a mostrarle a su Secretario General, 

este mismo Sánchez -que no era ni peor ni mejor, sino igual que el actual- a indicarle las formas al uso de entregar una irrevocable dimisión; al tiempo que le entregaban el plano a seguir, pasillo adelante, para poner el pie izquierdo y a continuación el derecho, en las baldosas de la acera de la calle Ferraz, en dirección contraria al punto donde se ubica la Sede del socialismo.

Ahora me avisa Julita, mi mujer, que he usado el plural "pelotas", cuando debía haber usado el singular "pelota". Lo siento, me ha debido traicionar el subconsciente, como me dice Julita. Lo que me deja de piedra, pues ni de lejos pensaba yo que tuviera esa enfermedad que, por lo mal que suena, creo que debe ser crónica. Pero no lo voy a cambiar, pues todos comprendéis lo que en realidad quiero decir, dentro de mi más blanca intención.

Esta foto, 

a lo Freddie Mercury, 

celebrando la engañosa victoria electoral, como si el perder setecientos mil votos, que corresponden a tres escaños, no fueran dignos de reflexión y autocrítica personal -que él, como Secretario General del PSOE debería estar obligado a hacer- pues fue él, para saciar su desmedida ambición de poder quien metiéndonos a todos los españoles en marcha, forzó, en beneficio propio y en perjuicio de todos los demás, incluyendo a su partido, como se ha visto tras la repetición electoral.

Sánchez, y sus bien pagados asesores 

engañaron a su Junta Nacional, haciéndola creer que de esa manera alcanzaría una mayor cosecha de escaños. Lo que no es desvelar un secreto. Claro, para personas normales, no para los que el domingo por la noche asistieron a la sobreactuación de Sánchez, interpretando una chusca opereta de poses chulescas, sobre la pasarela montada en la calle de Ferraz, tratando de tapar lo que en realidad  representaba un fracaso en toda regla. Para cualquier entendedor imparcial, su personal fracaso. 

Fracaso que no ha pasado desapercibido, como he dejado escrito un poco más arriba, entre algunos de los miembros (ninguna miembra de momento) de su Junta Nacional. Me cuentan que soto vocce dicen que si tuviera dignidad política, dimitiría a perpetuidad.

Pues si; la falta de dignidad política de esa criatura, Pedro Sánchez, queda perfectamente demostrada con el principio de acuerdo al que dicen haber llegado él y su insomnio, Pablo Iglesias, individuo perfectamente comprable, para tratar de componer un gobierno de tinte rojizo, que termine por destruir lo que resta de España, menos la "dacha de Galapagar". Donde el pijo-rojo, además de su familia humana, como los grandes personajes de la historia, 

juguetea con sus lustroso perros.

¿Cuánto vale cada uno de esos perros; cuantos euros se comen esos perros; cuanto se gasta en veterinarios...? 

Eloy  R. Mirayo.




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