¿AHORA NADIE SE PREOCUPA POR VENEZUELA?

Un manto de silencio, sinónimo de paz, envuelve a Venezuela desde hace unas cuantas semanas. ¿Será que los venezolanos han encontrado gracias a la presión internacional el bálsamo para sus llagas políticas, obviadas sus diferencias, lejos de la sucia política "rojo-Madura", en las manos limpias de la más imparcial y estricta Justicia, luz y manantial desde donde hubiera brotado la mas fraternal de las convivencias?

Y le pregunté ayer a mi amigo Erik, un muchacho estupendo nacido en Caracas, que lleva muchos años viviendo en Madrid, si el silencio que cubre Venezuela en estos  momentos obedece a que al fin se ha logrado la solución a sus infinitos problemas. ¡No! Fue su contestación escandalizado por presunción tan descabellada -lo reconozco-. Y con la intención de sacarme de dudas me contó que: "en estos momentos Venezuela está en las mismas lastimosas condiciones que ha estado siempre, pero agudizadas por la desdichada aparición de Chávez, y mantenida su maldad por Maduro. Siendo un país de los más ricos de América, en estos momentos, los venezolanos viven como uno de los más pobres".

Erik tiene familiares en Caracas, uno muy próximo con una grave enfermedad que, al no poder abastecerse allí de las medicinas necesarias para hacer frente a su enfermedad, mi amigo, se la manda desde aquí. El desabastecimiento es total, si obviamos a la oficialidad político-militar.

¿Ahora nadie se preocupa por Venezuela? Esta sería una de esas preguntas tontas que deberían tener airadas respuestas. Nadie ha estado preocupado. ¿La prensa escrita, las emisoras de radio, las televisiones...? Filfa; pura filfa. Figuras chinescas 

utilizadas como género de distracción, junto a la exagerada promoción en los medios de información públicos del deporte femenino, por orden gubernativa, de cara a los recientes comicios, y como motivo para tener entretenido al personal y al gentío; evitando que pueda fijarse en los problemas nacionales.

A las únicas personas que les preocupa lo que pasaba y sigue pasando en Venezuela, es a los venezolanos, y a las empresas petrolíferas extranjeras que les gustaría volver a extraer su petróleo.

¿Entonces...? Pues; visto lo visto, parece ser que el pensamiento generalizado en las cancillerías de la vieja Europa y en las del resto del Mundo es, dar la espalda al conflicto, 

sin querer saber de las consecuencias, aunque sea el que a los venezolanos y venezolanas que queden allí (dos millones trescientos mil han huido de su tierra en los últimos años), después de la diáspora que se está viviendo, el iluminado de gatillo fácil, el comunista Maduro, les puede seguir dando por...

el mismo conducto que lo ha venido haciendo, desde la aparición del golpista Chávez, el 2 de febrero de 1999, hasta marzo de 2013 y desde esa fecha hasta el día de hoy, el Maduro.

Por lo visto a las grandes potencias mundiales lo único que les preocupa son las cosas que pasan en los países árabes, y no regatean un fusil, un carro de combate, o un avión cargado de proyectiles hasta los "guevos", para asegurar la convivencia de sus ciudadanos (¿con más derechos que los venezolanos?). Y no es que lleguen, suelten las píldoras y se vayan ¡quia!; echan raíces y mantienen tropa e ingenios de guerra, para disuadir malas tentaciones. La importancia que para esas potencias -entre ellas, no sé a qué nivel, España- lo que ocurre en Caracas, en manos del más casposo de los comunismos, con lo que ocurre en Bagdad... ¡Donde va a parar! 

A las personas decentes -algunos tenemos familiares allí- sí que nos interesa y entristecen las cosas horribles que están padeciendo en aquel país hispano.

Eloy R. Mirayo.