Cuenca albergará el cementerio nuclear. El pueblo conquense Villar de Cañas, ha decidido aceptar los residuos nucleares de las centrales de Garoña, Ascó y Vandellós, Zorita, Almaraz y Cofrentes. En este pequeño municipio, se construirá una planta especialmente protegida -como no podría ser de otra manera, que diría el cursi- donde quedaran debidamente sellados. Para esta obra el gobierno prevé un inversión total de 700 millones de euros. Para la construcción de las instalaciones se emplearán alrededor de 500 trabajadores, al menos, durante cinco años.
La totalidad de los habitantes de Villar de las Cañas están muy contentos porque, de pronto, sin arar ni sembrar, van a coger una grandísima cosecha, no de cereales ¡Quía! De eurazos contantes y sonantes. Y, por si no fuera suficiente, como dice su alcalde: “lo de menos es el almacén, lo importante es que trae consigo un centro tecnológico y un parque empresarial. Bien mirado, a este pequeño pueblo –no llega a 500 habitantes- les ha tocado el gordo de la lotería de don José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo.
Pero no todo en esta vida es de color azul celeste. Una vez efectuado el sorteo, y conocido el ganador, las moscas cojoneras de siempre: los alcaldes socialistas de la zona; Greenpeace y la Plataforma Anticementerio Nuclear en Guadalajara, se han aplicado a la labor de tocarles los genitales al señor ministro y a los vecinos de Villar de Cañas.
“Es que yo estoy en contra de que el cementerio nuclear este tan cerca de Madrid porque si eso explota…” Si todo aquello puede explotar, que no lo sé; y, un mal día explotara, pide que te encuentres en viaje interplanetario. Exagerando una mica, por lo que merma. Este cementerio que recogerá la basura nuclear de nuestras centrales, también servirá para ahorrar algunos millones de euros que se pagan a Francia, por aceptar que se los mandemos.
En estos delicados momentos, no sería inteligente prescindir de la energía nuclear, que es la más barata de todas las energías y, además, es nuestra. Antes de prescindir de esas centrales, más valiera que hicieran desaparecer los horrorosos molinos, que destrozan el paisaje, y los huertos de energía solar, que además, se están llevando una fortuna en subvenciones, que tanto perjudica nuestros bolsillos cuando nos pasan el recibo de la luz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario