viernes, 19 de septiembre de 2025

¡CLARO QUE EXISTEN LOS MILAGROS!

Uno de cada tres jóvenes logra emanciparse aquí, en esta España tan maltratada por esta pléyade de infames sacerdotes de tan diabólica Democracia -al menos lo es esta que nos está maltratando- y de ellos solamente el 5% son quienes consiguen comprarse su vivienda, a cambio de ser condenadso con una hipoteca que, pelín de arriba o pelín de abajo viene a durar la casi totalidad de su existencia, los que consigan llegar. ¿Con estos sueldos…? 

¡Claro que existen los milagros!

¿Es verdad que pagasteis el piso en seis años solo con tu sueldo?

Si, 180.000 pesetas. No pongas esa cara. 


Entonces, en este país (año 1966), los sueldos y el coste de vida eran dos amiguetes que apadrinados por aquel gobierno “tan ignominioso” se llevaban muy bien; infinitamente mejor de lo que se soportan ahora, a pesar de que según asegura la chuleta soplapollas, y avezado, avanzado, complaciente extécnico en el arte del ordeño en saunas gays, la actual progre Economía vuela cabello al viento hacia lo más alto, “amontá a horcajás” en un cohete.


Y no era porque yo tuviese, por trabajar para mi padre, unos ingresos superiores que los demás trabajadores de mí misma categoría profesional. Tampoco es que los trabajadores de ese gremio disfrutásemos de trato especial.

Mi portero siempre que coincidíamos me decía: “señor Eloy; si un motor funciona bien y duradero, es porque hubo quien científicamente supo hacerlo. Eso; la inteligencia, el Conocimiento, el Esfuerzo, y el Amor a la Patria, fue la imprescindible energía que sacó a los españoles del profundo agujero en el que, durante siglos, las monarquías de peleles coronados y después la Republica asesina -mucho daño en pocos años- nos tuvieron, a los españoles que resistimos famélicos encerrados hasta ser liberados por Franco. Y si hoy aun disfrutamos de una mínima porción de aquella libertad, es porque esta horda delincuencial, haciendo -¡a dos manos!- toda clase de chapuzas, no les da abasto”.


¿Cómo? ¿Mi portero…? Es eléctrico

Eloy R. Mirayo.

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