El cerco se va cerrando al tiempo que se van tapiando todas las salidas posibles -ventanas y hasta las gateras- y por lo que borrosamente se vislumbra en el cercano futuro, parece que la única que no ha reducido su buen tamaño, es la puerta que además de salida de este macro delito que Alí Sánchez y sus cuarenta… ¡mil chorizazos! vienen perpetrando desde hace siete años contra España y contra los españoles es la puerta de entrada en el centro penitenciario Alcalá Meco (Madrid II).
Poder ver a ese rebaño de cabras, cabritos y cabrones entrando por el horizontal rectángulo de la entrada en la cárcel, como hacen los mamíferos rumiantes ungulados domésticos llegando a su majada, es posible que esa gran visión pudiera llegar a ser una de las mayores -quizás la más grande- satisfacciones con la que soñáramos muchos millones de españoles.
¡Son muchos años ya! Viendo y sintiendo, sobre la mismísima carne, cómo lo que tantísimos sacrificios -escasez de lo más imprescindible, hambre, tuberculosis- nos costó salir de la ruina que trajo aquella guerra hasta llegar a poner a España en el lugar que le correspondía… Aquel día, el primer día que llegaron al Gobierno de la Nación los que venían para salvarnos del franquismo, como fueron unas de esas personas que no valían para nada bueno, esas ignotas manos asesinas que mueven al guiñol, los han venido utilizando para toda maldad que tengan a bien ocurrírseles, los últimos siete años con abuso -se han cargado al campo productor alimenticio, al sector pesquero, a la ganadería, a la industria, al comercio pequeño- para volvernos a España y a los españoles a la ruina en la que amanecimos el día 20 de abril de 1939.
El cerco se va cerrando… ¿a quién piensas votar? Al PP. ¡No jodas ciego, que tú ves! ¿otra vez a esperar que se cierre el cerco…? ¡ay que coño! Pues a mí no me queda para tanto.
Eloy R. Mirayo.
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