Dios no hizo intrínsecamente solidario al ser humano, sino que le dotó de Conciencia para que, en circunstancias, tuviera la oportunidad de actuar solidariamente.
Dios no nos hizo inherentemente pacientes, sino que nos da la oportunidad de, ante circunstancias, mostrarnos pacientes.
Dios no nos hizo esencialmente valientes, lo que si hace es darnos la oportunidad de, ante circunstancias, actuar valerosamente.
Dios, atendiendo a quienes hacen ruegos por la unidad nacional no nos ha hecho consustancialmente “unionistas” a todos los españoles, sino que, ante circunstancias, nos da la oportunidad, incluso a los más rojos, de trabajar con denuedo por ella.
A eso se le conoce en toda la cristiandad como Libre Albedrío con el que venimos al mundo. Luego aparecen los Pedros “Sáncheces”, los “Chaveces” y “Madurodos”, los Putines -guiñoles en manos asesinas ocultas- y… “Sánchez cercado por la corrupción”.
Esa acusación de corrupto es parco premio para su repertorio artístico; pírrico reconocimiento que no señala verazmente al individuo, ni se ensalzan sus variadas “hazañas” que son de delincuencia total y absoluta. Sin excepciones, ¡vaya!
“Es su final”. Esta aseveración esperanzadora en YouTube señala al presidente del gobierno, el ciudadano Pedro Sánchez. ¡Alto ahí! Que nadie saque de la nevera el champagne porque esas cosas son… cosas que dice un imbécil, que le encanta serlo proclamándolo a los cuatro vientos en cuanto pillan la ocasión.
Esta mentira las suelta sin importarles que haya personas que sufran cuando comprueba que es mentira.
Pedro Sánchez “Está acojonado”. Como la aseveración anterior, dicho por el mismo imbécil, o por otro semejante, viene a darnos datos gratuitos de los reconocimientos previos -digo yo- del actual “estado” en que, presuntamente por mi parte, se halla el presidente del gobierno. Quizás quien ha lanzado la proclama, que se le lee muy seguro, se apoya en la sensación vivida por él teniendo los cojones de Sánchez en las palmas de sus manos.
¿Qué le habrá costado encontrarlos? Ese no es mi problema. “Sánchez está acabado… Dejémosle de momento a él, al resto de su familia, amigos enchufados y los enchufables de primera, de segunda, de tercera y pongámonos a aprovechar la enseñanza de las palabras de Dios, no desde el plano religioso, sino del plano real, el cotidiano en el que nos estamos moviendo a lomos del constante sufrimiento.
Solidaridad: ¿Cómo? Entre impuesto, la competencia desleal de las “grandes superficies” y los ladrones -los profesionales- me he visto obligado a cerrar. ¡Y con deudas!
Paciencia: ¿Cómo? Hacer frente a los infinitos impuestos, estatales, autonómicos y municipales, con gilipollescas exigencias estatales -con apercibimiento de sanción- de seguridad; la que deberían darnos por los impuestos, que cuestan un huevo de la cara y no evitan ser robado. Ni siquiera el santo Job.
Valor: Ese, espero que algún día, no muy lejano -espero no haberme “ido”- si lo que está pasando en España no se arregla, el valor se haga, pero muy notorio, entre tanto…
Unidad: para mi desgracia la unidad más importante, la familiar, la que está hecha con amor, el Señor, en diciembre de 2024 se llevó a mi… por supuesto que me encantaría que España volviera a ser una “Unidad de Destino en lo Universal”
Eloy R. Mirayo
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