PATRIOTISMO.

Uno de los pilares –para mí el más imprescindible por lo que debe ser muy bien atendido- que sostiene a la vez que impulsa y da fortaleza a las naciones para lograr alcanzar y mantener el adecuado funcionamiento, es el patriotismo. Ese sentimiento, su nivel, es el que debería ser estimulado por la política siendo la mejor y más barata energía pues ya que patrióticamente es entregada a la “Causa General” por sus nacionales. Sin la premisa de evaluar esa enorme riqueza por quienes asumen la tarea de gobernar, a lo más que pudiera llegarse es a una situación tan disparatadamente singular como la que desde hace seis ruinosos años se ha instalado en nuestra Patria.

¿Cómo es posible que tan dantesca realidad se haya producido en España, país tan importante en un pasado no muy lejano? ¿Qué virus es el responsable de tan infeccioso mal? La contestación es fácil y sencilla de expresar y de comprender pues no es otra que, el “fusilamiento” pertinaz emprendido por los democáquitos gobernantes tras el fallecimiento de Franco, en la cama de uno de sus hospitales, exageradamente llevado a cabo por este gobierno en los últimos seis años. Del patriotismo solamente aguanta un pequeño baluarte en peligro de desaparición. Desde los primeros cursos colegiales en adelante la palabra Patria… pene, vagina, su utilización; como masturbarse, se les puede decir a los niños y niñas de corte edad, pero… ¿Patria? ¡Que locura!

Quedan pocas fechas para que la palabra Patria sea retirada de nuestro diccionario, al haber perdido su justificación y su significado. Justificación que utilizaran los ancianos académicos, mientras reconocen “almóndigas” por albóndigas o “cocreta” por croquetas. Cosa que no será interpelada por Pedro Sánchez ni por Begoña Gómez como un ataque de… ¡Fango!

Me preguntan, como si yo tuviera la receta, que si aun hay tiempo para salvar a nuestra Patria. Esperemos al día 9 de junio, el apoyo que recibe VOX.

Eloy R. Mirayo.