jueves, 8 de julio de 2021

EL FILETE DE GARZÓN.

 Es como si alguien hubiera abierto un "Luminoso Gran Balcón" al Infinito desde donde  contemplar la maravillosa obra de Dios, pero que ha sido tomado por una legión de gilipollas que lo aprovecha cada dos por tres para, con megáfono en mano, ponerse a lanzar gilipollescas proclamas y tontunas ciencificadas de cualquier manera, arrancadas de una verdad primaria conocida, mas o menos, por la inmensa mayoría de los seres humanos que poblamos este planeta.

Eso es lo que les ocurre a unos memos a quienes la diosa Fortuna les ha colocado en un lugar de privilegio sin tener conocimiento científico de absolutamente nada, pero con mucho tiempo en blanco, demasiado bien pagado -es punto por punto lo que esta ocurriendo con nuestros políticos-, para darle vueltas al tarro buscando... y se le presenta la gilipollez que, eso si, siempre encuentran la manera de auparse o de que les aúpen a subirse a ladrar al "Luminoso Gran Balcón"

¿Alguien en España desconocía que el abuso en la ingestión de carne es perjudicial para la salud? ¿No? ¡Si! clarito que si, Alberto Garzón, que es ese comunista que sin otra mejor flor que le adornara, entró en el "pack" de Juntas Podemos como ministro de Consumo. 

Don Alberto en la soledad del ministerio; sin otra cosa que hacer que tocarse los co... ordones de sus zapatos va, y después de rebuscar en su cerebro -con tanto espacio vacío se le pierden las ideas-, decide preocuparse por la salud de los españoles, peligrosamente  atacada por las perversas carnes y, como eso le parecería poca cosa -¡ya sabemos como es él-,  también decidió, por lo visto, interesarse por la salud de nuestro planeta y, va el tío y con un par de pelotitas y un palo, se asoma al "Luminoso Gran Balcón" y nos previene de que por cada kilo de filetes de vaca que nos colocamos entre pecho y espalda, es necesario 15.000 litros de agua -no nos aclara, el señor ministro si toda esa cantidad de agua se la bebe la vaca, o es que con ella también se la baña-; agua que se extrae de los acuíferos y de los ríos, con el riesgo de acabar con ambos en el vientre de las vacas, mientras el planeta Tierra se consume y reseca amenazando con terminar como una ciruela pasa.



No sufra usted, señor ministro de Consumo -me dicen que está muy contento con su ministerio porque, como consumimos tan poco...-, las vacas hacen pipi y popo, imagino que algo retrasara la debacle.

Los que mas le deben estar agradecidos por el aviso carnivorante al señor ministro deben ser ese 47% (8.160.172, según Gestha) del total de trabajadores españoles que cobran un sueldo menor de 1.000 euros al mes; no por avisarles del peligro, sino por ilustrarles haciéndoles saber que la carne es un comestible.

También le estarán agradecidos por recordarles que aun existen las carnicerías, y que siguen despachando los asalariados que andan raspando los 180.000 euros al año. 

Ah, claro; Garzón, miembro del "pack" gubernamental, se esta preocupando por él mismo, que cobra un pegote, por sus colegas, por los ricos y por don Amancio Ortega, que son únicamente quienes pueden comprar carne. El resto de los españoles estamos sanísimos gracias a que nos hemos vuelto vegetarianos; también los jubilados.

Eloy R. Mirayo.




No hay comentarios: