miércoles, 7 de julio de 2021

EMPIEZA A SER PERENTORIO PREPARARSE.

 "Es cierto que no hay Estado de Derecho sin Constitución y leyes que limiten a los gobernantes y garanticen la libertad e igualdad de los ciudadanos. Y por eso, como tantas veces se ha dicho, el Estado de Derecho es el gobierno de las leyes y no de los hombres" (S.M. don Felipe IV, Rey de España).

Las luces que ya empiezan a ofrecernos el futuro mas cercano, después de haber escuchado decir ¡por fin! a S.M. don Felipe IV; lo que alumbran esas luces a través de su nebulosidad, nos anima a creer que las cosas empiezan a moverse por el ansiado camino de la esperanza hacia la recuperación de España y para la recuperación de todos los españoles, menos para esos mamones que nos han traído hasta esta ruina absoluta de todo cuanto es posible ser arruinado.

Las grietas en el "bunker" de la Moncloa cada día son más notorias, la escayola y el engrudo ya no tienen capacidad para cubrirlas, dejando al descubierto la suciedad que se ha ido acumulando con las visitas de quienes apuntalan a este "turbio" gobierno que, habiendo gastado todas las posibilidades de disimularlas, no le queda otra que dimitir en bloque. Han gastado tanta soberbia; tanto dinero; tanta ineficacia; tanto desconocimiento y tanta maldad, que difícilmente será que no se haga con uno de los sitios de mayor "deshonor", en las enciclopedias de historia de todo el Mundo.

Lo que empieza a ser perentorio es prepararse adecuadamente para actuar según se vayan dando los acontecimientos, no sea que nos pillen a todos, por difícil que parezca, sentados tranquilamente sobre "el Roca".

A todos los españoles, no solo a los políticos, nos alcanzara la responsabilidad si llegado el momento no somos capaces de dar un paso al frente. No es algo que a mi se me ocurra, sino que es algo tan evidente que reservarse sería un acto de cobarde traición a España.

Ahora, con VOX, si tenemos quien nos represente y ponga contra la pared a los rojos de todas las leches y de todas las intensidades que han aparecido como amapolas en un trigal; ya nadie va a tener la excusa de: "es que no hay nadie de los nuestros". Lo que no van a tener quienes así sigan pensando, es alguien que les compadezca cuando la soledad sea su única compañía, en contraste con quienes orgullosamente, ante la conseguida restauración de España, compartamos el honor de haber aportado nuestro esfuerzo.

Embarcarnos en tan ilusionante tarea debería ser interesante hasta para los egoístas, aunque nada mas fuera para rescatar para si mismo y para su familia un futuro mejor. 

La espera de un "don Pelayo" para que tire "pa lante" con la reconquista, es lo que cómodamente han vivido hasta ahora muchísimos españoles (alguno elegimos patrióticamente la incomodidad de la lucha en precario) después del fallecimiento de Franco; actitud que ha dejado demostrado con tozuda claridad que no ha dado mas fruto que esta enorme mierda en la que nos están obligando a chapotear.  El resultado de la espera ha sido como el de aquel vaquero del lejano oeste que se sentó a la puerta de su rancho bajo su sombrero, "Boss of Plains" (jefe de las llanuras) esperando ver pasar el entierro del indio que le molestaba. El vaquero murió y el indio, que era de madera, ahora, 120 años después, esta en Austin, capital de Texas, dentro del local de un negocio de antigüedades.

No permitamos que nos pase como a ese estúpido cowboy .

Eloy R. Mirayo.


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