jueves, 5 de marzo de 2020

ES DIFÍCIL PERO SI NO LO INTENTAMOS...

La postura de los españoles es la de intentar protegerse de este sistema político y de quienes lo manipulan, con el descaro de quienes sin ningún mimbre verdaderamente intelectual que les avale y de crédito, se ven inopinadamente ante el espejo revestido por el Poder; poder que, en sus retorcidas mentes, les permite tener el rábano agarrado por las hojas, y con la "verdura" como látigo fustigador, dedicarse al hijoputesco deporte, del que tan demostrado tienen ser "figuras", de flagelar al paisanaje que temeroso no le queda más que, cubrirse con su propia debilidad, para que los golpes de todo tipo que diariamente le propina la acción política de estos chulescos indocumentados, sin la asumida posibilidad de evitarlos, les causen el menor daño posible.

La posición cobarde de protegerse sin siquiera intentar defenderse; sin amagar con un inicio de contraataque; sin erguirse preparado para intentar lanzar un solo golpe; es una cagarrutera decisión importada del sistema europeísta que, desde siempre, estuvo muy lejos del rebelde y heroico carácter hispano, al que jamás asustó el quien, su tamaño, ni el número de sus adversarios, a los que supo hacer frente y vencer, como es fácil comprobar asomándose a nuestra no lejana Historia.

La cobardía nunca debe tener derecho a la excusa; no es aceptable pasarse todo el tiempo ofreciéndole excusas al cabrón que diariamente llega para, con la peor de las malas leches y sonriente semblante, mirándote a los ojos, pisarte el pie, donde se tiene el callo.

Si durante las últimas cuatro décadas pudiera discutirse la falta de un motor aglutinador de buenas voluntades (que yo digo que los hubo: FE; FN; Juntas Españolas) hoy, existiendo VOX, surgido con mayor potencial, por el loable empeño rebelde de unos pocos valientes que sin temor al vilipendio al que iban a enfrentarse, han dicho ¡hasta aquí!. Así que al paisanaje español ya no le quedan excusas para no salir del estar morcillón en el que se ha sido arrinconado, y erguirse para ayudar a esa patriótica formación política, a ayudarnos a todos los demás para recuperar los trozos de dignidad que nos han sido robados, por unos y por otros.

Porque no hay de momento otra posibilidad, debemos estar resueltos para que con la participación de sus urnas, sumando esfuerzos, demos la vuelta, como la tortilla de patatas y huevo en la sartén, a los resultados que nos alejan de la posibilidad de recuperar la grandeza de nuestra querida España.

Todos debemos transformarnos en "evangelistas" que propaguen la idea de que se puede y se debe acabar con esta mierda de la que cada día hay más sinvergüenzas que comen hasta hartarse como cerdos, y en la que nos obligan a chapotear a todos los demás. Así, una vez todo aseado, desinfectado y desinsectado, sobre nuestro querido solar, crear un nuevo Estado, más amable y más justo, en el que todos podamos vivir a gusto. ¡Nos ha jodido! Ya sé que es muy difícil pero, si no lo intentamos...

Eloy R. Mirayo.




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