DE GUATEMALA, A GUATEPEOR.

Así es León; una de las 15 ciudades más bonitas de España.

Existe una infinidad de españoles que han salido turisteando por el extranjero; que se pasan el día dando el coñazo a todo el que tiene la desgracia de acercársele, hablando de lo "bonito que es el extranjero" y de las maravillosas maravillas que han visto en tal o cual país; sin embargo no han ido a conocer las múltiples maravillas que tenemos en España y, como aquel que dice, no hay más que sacar un pie a la calle para comprobarlo y para empezar a disfrutarlas plenamente sabiendo además que son algo propio.

El mínipaseo que hemos emprendido por las capitales de Castilla la Vieja y el Reino de León, me sitúa históricamente en uno de los primeros territorios donde se asentó la reconquista iniciada en Asturias: León. 

Esta hermosísima ciudad, cuando inhibido de obligaciones callejeas por sus calles, enseguida reconoces lo afortunado que se es, siendo paisano de toda esa belleza monumental; de tanto arte. Proliferan Joyas del románico como la basílica de San Isidro; del gótico como la Catedral de Santa María; o renacentista como el Convento de San Marcos. Pero no son las únicas joyas que el paseante puede encontrar en tan acogedora ciudad, porque visitando el casco viejo; sus calles y plazas, llegando al Barrio Húmedo, es garantizado pasarlo de película, metiendo mano a un Botillo del Bierzo; a un riquísimo lechazo; y todo ello acompañado por un buen vino de la tierra, o de cualquier otra parte de esa vinícola Castilla, cerrando el festín con fruta fresca: manzana, reineta del Bierzo, o pera conferencia, también del Bierzo. 

********

Mal van los resultados de las últimas encuestas para el Partido Popular 

y para sus líderes provinciales que, si se hace caso al resultado, tendrán muchas dificultades para conservar sus puestos institucionales; aunque ya se sabe; "hoy por ti mañana por mí", se les encontrará un nuevo destino del que seguirán cobrando de todos nosotros, y hasta de más jugoso, como toda esa "materia inservible" que se ha trasplantado a Europa, para que continúen calentando muy bien pagados, asientos de otros sillones con sus culazos.

Es el juego democrático, que dice el cursi demócrata. "Es el péndulo que nos aleja al ir, y nos acercará al volver".

Lo malo para la gente normal es que el jodido péndulo no se encallara para siempre al ir, y no volviera jamás.

De todos modos si se hace caso de los números logrados por este gobierno; los avances de la economía -reconocida por los "amos Europeos"-, comparando uno a uno con los números que dejó el inútil Zapatero, no se comprende del todo como es posible que el partido en el gobierno se vea superado por Ciudadanos, que poco más que nada tiene hecho en las instituciones -autonomías y ayuntamiento-, y por el PSOE, en pleno desparramamiento interno -la mayoría de las personas con peso dentro del partido, mastica, pero no tragan al Secretario Nacional (el señorito Pepis)- que solamente cuenta con los enchufados en Ferraz por el señorito Pepis, y por los del encefalograma plano, que como "Vicente, que sin tener puta idea de dónde les llevan, van a donde va la gente". Algo similar a lo que ocurre con los rojos de Podemos, que sus gentes ya hicieron suficiente esfuerzo intelectual aprendiéndose las palabras "fascista" "machista" y follar, para repetir esfuerzo saliéndose de ese "Gulag". Por lo que seguirán votando como borregos al "indiscutible Papa Iglesias".

No es que me preocupe en exceso la muy posible salida del señor Rajoy y otros muchos de sus correligionarios políticos, 

por el daño moral que a él y a los suyos les pueda suponer. Lo que me preocupa muy seriamente es que el resultado sea para los españoles que se nos saque de Guatemala, para meternos en Guatepeor, que es lo que tradicionalmente ocurre cuantas veces los rojos han tomado el gobierno de España; su hacer es como cuando los bárbaros piratas turcos asaltaban los pueblos de la costa mediterránea. Al marchar dejaban todo arrasado.

¡Ah! jamás pondré luto en la bacinilla por algo que afecte a esta Democaca.

Eloy R. Mirayo.